Estival rima con Festival
En pleno mes de agosto el teatro en París languidece, se va de vacaciones, hay una pausa veraniega. Con audacia algunos teatros privados sigue ofreciendo su programación. Destaca el de la Renaissance uno de los espacios privados de mayor prestigio en la capital francesa. Ahí se presenta “Pasaporte” la última creación de Alexis Michalik, actor, director y especialmente autor de varias obras de éxito, producidas por el teatro privado. ‘Pasaporte’ nos muestra que un simple papel sirve para identificarnos y separarnos del mundo, un drama de los refugiados en Francia.
Más allá de estas excepciones los teatros permanecen cerrados, preparándose para el ‘regreso’, el inicio de temporada del mes de septiembre.
Mientras tanto tenemos los festivales de verano.
Uno de los más esperados en estos días es el festival de teatro de calle de la ciudad de Aurillac en el sur de Francia. Esta población se cubre de esplendor creativo del 20 al 23 de agosto, con compañías al aire libre llegadas de todos los rincones de Francia y de Europa. La ciudad estalla y se convierte en un gran centro de espectáculos en los que la ciudad sirve de escenografía. Aparecen cirqueros, bailarines, actores, caminantes de la legua y una cantidad de público que supera a los habitantes de Aurillac. El principal patrimonio del festival es la libertad, y la posibilidad de instalar un foro en cualquier rincón.
En su editorial de presentación de la edición 38 los organizadores destacan esta libertad y advierten que este año recibirán en los 4 días festivaleros cerca de 750 compañías, producciones que son un su mayoría gratuitas. Así que artes escénicas y feria teatral se reúnen en Aurillac, sur de Francia.
Ahora, con más audacia vayamos al Festival de Edimburgo, probablemente el festival de artes escénicas más importante de Europa. Comparable al Festival de Aviñón, ambos nacieron en 1947 y ambos cumplen con sus versiones latina Aviñón en julio, y anglo en Edimburgo en el mes de agosto. Grandes festivales que impulsan las artes escénicas mundiales cada año. Encuentros festivos y fructíferos que representan la potencia creativa de la escena en cualquiera de sus formas.
El festival de Edimburgo es dirigido desde 2022 por ¡una violinista de renombre internacional! Nicola Benedetti, que sin dejar su carrera, administra este complejo escénico. ¡Vivan las mujeres!
Ambos festivales cuentan con una réplica más abierta y arriesgada. En Aviñón es el Festival Off, que desde 1968 es una escena abierta a todas las compañías que cuenten con los medios y el talento.
En Edimburgo es el Fringe, una cita con las propuestas más audaces y que invade todos los rincones de esta hermosa ciudad Medival.
La visita a Aviñón, la ciudad que fue la sede del papado, es un regalo, y en días del festival durante el mes de julio, las compañías del Off se encargan de dar el tono de feria que caracteriza a la ciudad papal en esos días.
En Edimburgo la ciudad también está de fiesta, porque a las artes escénicas se le suman otros festivales, como el del Libro y otro de música.
Así que quién dijo que el verano este síntoma de pasividad creativa. Los ejemplos de los esfuerzos para activar y estimular al público son legión. Y después los vemos derramar sus frutos en las escenas europeas.
Así que rendez-vous en los teatros en Septiembre, ya sea como creador, crítico o público en general. Y recordemos que sin público no hay espectáculo.
Enrique Atonal

