Reportajes y crónicas

Festival Grec de Barcelona

Cesc Cassassús inició con muy buen pie el año pasado, en aguas del Mediterráneo, su etapa como director del Festival Grec de Barcelona. Es persona sabia y culta y demostró coherencia en sus propósitos. Anunció que este año les tocaría el turno a los espectáculos asiáticos.

 

Sobre el papel, el Grec que ahora está ya comenzando, parece que nos va a dar algunas alegrías procedentes de ese mítico oriente que es Asia. No puedo hablar ya de la maravillla que fue ‘Gilgamesh’ en manos de Oriol Broggi… diálogo entre Oriente y Occidente… nace la palabra escrita-escritura cuneiforme en ese poema épico de hace cerca de 5000 años. Mesopotamia El poema de Guilgamesh, rey de’Uruk, casi un dios…. y Akram Kahn, de la danza kathak a un lenguaje que se integra en la danza contemporánea. Es ese gran hombre que integra la técnica de la tradicional danza kathak y la danza contemporánea el que presentará ‘Xenos’, un solo que el gran Kahn -de 43 años- anuncia que es la última vez que lo bailará en su carrera y en el que nos hace visualizar la tragedia de un pueblo. Tendremos en otro nivel pero con gran interés la magia de los espacios de Taiwan ‘Cloud Gate Dance Theatre of Taiwan’. Y en tono humorístico las abuelas coreanas en el Mercat, Eun-Me-Alm, a quien algunos califican de la Pina Bausch oriental mostrará ‘Dancing Great Mothers’, abuelas coreanas en ua pista de baile.

Hay pesos pesados que no decepcionan. Jan Fabre trae 225 minutos pasa ofrecernos ‘Belgian Rules’. Y como teatro político hemos gozado ya desde hace años de Milo Rau, teatro y metateatro político en ‘L’Assaig’, situado en Bélgica, un asesinato político, homófobo, y finalmente también Elfriede Jelinek con un dispositivo visual de la Schaubühne de Berlin con ‘A ombra (habla Eurídice)’ con una mirada que parece tener en cuenta las cuestiones de género. Por supuesto, han pasado por el Grec la Sala Hiroshima, la Agrupación Señor Serrano, L’Antic Teatre y los ya famosos Nao Albet y Marcel Borràs, aunque su espacio haya sido no el gran Grec sino un ‘Falstaff’ en el Romea.

¿Ha respondido el público? Yo creo que el público barcelonés y quienes vienen como turistas en julio han disfrutado del espacio no sólo del teatro Grec, sino del movimiento de la ciudad y del ambiente de los espacios del Grec, de sus restaurantes, de sus snacks, de sus paseos y jardines, de todo lo que rodea el Teatre Grec, y también el Mercat de les Flors y el Institut del Teatre, y de todo el espacio de la plaza Margarita Xirgu, barecitos, circo, payasos… El verano, si no llueve, es «beautiful». Y casi lo mejor del Festival Grec es la cervecita que nos tomamos a la salida en la plaza, con alegría o con una emoción que a veces no nos deja hablar.

María-José Ragué Arias

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