Rebel delirium

Hackney Wick (II)

Durante la primavera de 2011 un grupo de personas de Hackney Wick construyeron un teatro en un almacén desocupado. Es la historia de algunos espacios escénicos de las grandes ciudades que han nacido en naves industriales, antiguos garajes, etc. Una de las características de este local, The Yard, es que se levantó a partir de materiales reciclados. El proyecto es muy reciente, pero tiene toda la pinta de convertirse en uno de los puntos calientes del teatro independiente del este de Londres.

La semana pasada también hablábamos de Hackney Wick, un barrio fronterizo con la ciudad olímpica habitado por muchos colectivos de artistas. Algunos de ellos han empezado a mudarse en busca de alquileres más baratos, pero otros, como es el caso de The Yard, han encontrado fórmulas para resistir. El local está situado en una zona industrial, al lado de grandes talleres de reparación de coches y almacenes de embalaje de productos. El teatro no es muy grande (100 localidades) y tiene dos partes bien diferenciadas, el bar y el espacio escénico. Lo más sorprendente de todo es que han conseguido levantar unas impresionantes gradas de madera en forma de anfiteatro. Desde el bar se puede ver la estructura curvada de las gradas por la parte trasera que recuerda a la parte exterior de un barco. La mayoría de los materiales son reciclados y provienen de los restos del complejo olímpico. Los taburetes del bar están hechos con las partes sobrantes de la madera de las gradas, así como los bancos y las mesas. El teatro fue construido con tan sólo 11.000 libras (unos 14.000 euros) y verdaderamente se palpa que aquello se hizo con sudor y lágrimas. Artesanía pura.

Para una compañía, el alquiler de una sala de un teatro off puede ser muy caro. En el Arcola Theatre por ejemplo, en el mismo barrio de Hackney, cobran 3.500 libras por semana (100% de la taquilla va para la compañía). También hay teatros independientes con alquileres mucho más económicos (1.000-500 libras por semana), pero Jay Miller, el director artístico de The Yard, no ha querido reproducir este modelo. Aquí el trato con las compañías es el siguiente: no se cobra alquiler (tampoco durante las semanas de ensayo) y la compañía se queda con un 49% de la taquilla. The Yard el 51%. El precio de las entradas es de 5 o 10 libras.

La programación artística acoge principalmente proyectos escénicos ideados por gente del mismo barrio, así como también sesiones de cine y música. La visita al The Yard es obligada para aquellos que quieran conocer el Londres más oculto.

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