En cartel

Humor y crítica social en ‘Los secuestradores del lago Chiemsee’, que se representa en Getxo

La obra, dirigida por Mario Gas, está basada en la noticia real de un grupo de jubilados alemanes que secuestró a su asesor fiscal tras perder sus ahorros

El centro Muxikebarri de Getxo (sala Ereaga) ofrece este sábado, 15 de octubre, la obra ‘Los secuestradores del lago Chiemsee’, escrita por Alberto Iglesias, dirigida por Mario Gas y protagonizada por Juan Calot, Manuel Galiana, Alberto Iglesias, Gloria Muñoz, Vicky Peña y Helio Pedregal. La pieza, una producción de Barco Pirata, está basada en hechos reales y tiene como fondo la crisis económica de 2010.

Corría el año 2010. En España se vivía una recesión económica que había comenzado en 2008. Parecía que todo se desmoronaba y que la justicia, lejos de amparar a los necesitados, se posicionaba, una vez más, al lado de los poderes económicos. Era casi obligado para un dramaturgo acercarse al tema. ¿Pero cómo? ¿Teatro social? ¿Teatro político? ¿No es todo teatro político y social per se? Andaba Alberto Iglesias en ésas cuando de pronto apareció una noticia en el periódico: «Prisión para cuatro jubilados alemanes por secuestrar a su asesor fiscal». Guardó la noticia intuyendo que ahí podía estar la raíz de un texto. La distancia geográfica («podemos mirar lejos para ver lo que tenemos al lado sin que nos perturbe demasiado -un poco a la manera de los clásicos-«) y la estructura de los hechos le empujaron a escribir. «La noticia me sirve como anclaje y punto de partida. Empiezo a darle forma a algunas ideas«.

Todo lo ahorrado fue invertido y todo lo invertido se perdió en el vertedero del mercado. Habían pateado los sueños de estos cuatro jubilados. Fue un robo amparado en la crisis del mercado. Denunciaron pero la justicia les dio la espalda. Su asesor fiscal se desentendió. Pero ellos no estaban dispuestos a quedarse de brazos cruzados y planearon un secuestro. Querían recuperar lo que era suyo. «No eran más que unos aficionados pero sabían que la tortura es un poderoso argumento. Y que la violencia ha venido funcionando a lo largo de la historia. Tenían tiempo y un plan para recuperar lo perdido. Tenían sopa caliente y un zulo preparado…»

Los personajes empezaron a vivir en las páginas de Alberto Iglesias, quien percibió que detrás de ellos había más de lo que pensaba, «un mundo rico en matices que crece y alimenta las escenas y los diálogos: sueños rotos, paso del tiempo, memoria dañada, amor, secretos, delirio, humor, amistad…incluso unas pizcas de esperpento. Jugosos materiales para construir esta historia pensando en la escena«.

Los secuestradores del lago Chiemsee‘ aspira a ser un divertimento con cierto poso amargo, una comedia negra, «porque no puedo dejar de pensar que, como tan bien lo expresaba Ionesco: Lo cómico es trágico y la tragedia del hombre risible», señala Iglesias.

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