Sud Aca Opina

Intento de definicion para una arquitectura cultural

Para entender mejor el concepto de arquitectura cultural, es bueno dividirlo en sus 2 componentes básicos y preguntarse;

¿Qué se entiende por arquitectura?

¿Qué se entiende por cultura?

En todo acto de creación, la obra concebida por su creador es el hijo concebido con dificultad pero sin duda el más perfecto posible.

La arquitectura, mezcla especial de arte y funcionalidad, no escapa a este modelo, por lo que los arquitectos son ciegos ante los defectos de sus creaciones y tiene múltiples definiciones para su desempeño profesional.

Yo simplemente diré que la arquitectura es la disciplina encargada de concebir los espacios adecuados para propiciar y favorecer todas y cada una de las actividades humanas posibles, mezcla singular de técnica y arte, de objetividad y subjetividad, de razón y sentimiento.

Sin el hombre no hay arquitectura posible pues es el quien la crea al conjugar lo tangible de la técnica con lo intangible de un pensamiento abstracto así como sin la arquitectura, difícilmente se podría desenvolver el hombre tal y como lo conocemos pues no existirían los espacios adecuados para su quehacer.

Por ser arquitecto, puedo decir con conocimiento de causa que donde hay 2 arquitectos se pueden escuchar al menos 4 definiciones para arquitectura y donde se encuentren 2 artistas habrá tantas definiciones como pensamientos puedan venir a sus cabezas y sentimientos al alma.

Pero creo que estaremos al menos de acuerdo en que el arte y la cultura son una expresión exclusiva del hombre que refleja sus sentimientos en un momento histórico dado y que ambas disciplinas son capaces de trascender por el solo hecho de existir.

 

Entonces ante tal escenario de indefiniciones o de falta de acuerdos, ¿se podrá llegar a un consenso sobre lo que es arquitectura cultural?

 

Consenso no, pero si se podrán hacer tibias aproximaciones en la seguridad de que ninguna de ellas estará del todo errada ni tampoco completamente acertada.

Aun sin definiciones claras de por medio, se podrían citar algunos ejemplos de lo que se concibe generalmente como arquitectura cultural.

Estos van desde los grandes teatros donde se representan complejas obras de ballet a una pequeña tarima desde la cual declamar poesía, desde las grandes salas de concierto con una acústica impecable hasta el pequeño cafetín con un sistema de amplificación de segunda mano donde tocan bandas con sueños tan grandes como las falencias del espacio escénico.

Los aspectos técnicos tales como la acústica, la línea de visión, la iluminación tanto natural como artificial, el color, la forma, las proporciones, todos aspectos que deben converger para hacer del espacio un respaldo de la obra representada y no un protagonista, son variables que la arquitectura tendrá que manejar para favorecer la acción, dejando en claro eso sí, que la obra siempre será lo más importante.

La arquitectura será el marco que realce de manera efectiva el cuadro exhibido.

Sin embargo a veces por culpa del ego siempre presente en el ser humano, el arquitecto pretende hacer de su arquitectura cultural, el trampolín que lo catapulte al olimpo de los dioses creadores, olvidando de manera despreocupada, que la arquitectura debe ser el respaldo de la obra y no la obra en sí misma.

Arquitectura cultural suena a un concepto de ligas mayores pero no se puede desconocer la amplia gama de espacios generados por y para la cultura, a veces de larga planificación en el que se han discutido requerimientos y soluciones posibles por múltiples profesionales y otras en que de manera casi espontanea el espacio ha sido propicio para la cultura.

Para mí, arquitectura no es solo aquella que deriva de planos firmados por un profesional universitario con una experticia que lo avale sino que toda modificación hecha por el hombre, con intención pre concebida o no, a un espacio dado.

Es así como el gran teatro puede llegar a ser la meta de unos mimos que comenzaron su arte teniendo una plaza como espacio escénico donde la única modificación hecha por ellos fue su sola presencia.

Así como para unos niños para hacer una cancha de futbol basta con los jugadores, una pelota de plástico y algunas piedras para definir los arcos, un espacio escénico o arquitectura cultural puede estar definido por la sola presencia de actores, músicos, juglares o bailarines.

El hombre es arquitectura.

El hombre es cultura.

El hombre es arquitectura cultural.


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