Críticas de espectáculos

Julio César/W. Shakespeare/Teatre Lliure

Preguntas políticas
Obra: Julio César
Autor: William Shakespeare

Traducción: Salvador Oliva Intérpretes: Nao Albet, Pere Arquillué, Ivan Benet, Dani Casadellà, Quim Dalmau, Daniela Feixas, Ángels Sánchez, David Cuspinera, Jacob Torres, Alicia Pérez, Anna Roblas, Eugeni Roig, Joel Roldán, Joan Carreras
Escenografía: Bibiana Puigdefàbregas
Vestuario: M. Rafa Serra
Iluminación: Maria Domènech
Adaptación y Dirección: Àlex Rigola
Producción Teatre Lliure
Plaza de la Rueda – Eriberri – 06-08-04 Festival de Teatro Clásico
El adaptador y director Àlex Rigola se hace unas decenas de preguntas en el programa de mano y todas se convierten en políticas tras ver este excelente montaje. Porque se trata de una lectura política del Julio César shakespeariano que parece un texto contemporáneo, que trata de las grandes preguntas políticas sin contestar que hacen este mundo una jaula asfixiante y que ha convertido la política en un territorio donde las ambiciones personales o de casta se disfrazan de bienes comunes. La conspiración como manera de ejercer el juego político convertido en intereses personales.
El texto llega nítido, la trama se va mostrando con los parlamentos y con los acciones, el leguaje escénico parte de un respeto absoluto al texto, a las ideas de las palabras, a las acciones que los discursos generan en el espectador, pero las elipsis se hacen con coreografías, con movimientos, con la utilización del espacio escénico como un significante primordial en los momentos precisos y siempre como ámbito para ver a los personajes en destrucción. Acciones violentas, textos dichos a uña de caballo, movimientos escénicos, gestualidades que van urdiendo un campo de significados que llegan desde al emoción artística plenamente asimilables para poder ejercer ese don divino del espectador que es reflexionar sobre los sucesos que acontecen en escena.
Un equipo actoral solvente, muy integrado en expresión corporal y prosodias a la idea del montaje, con momentos de extrema violencia, con una iluminación realmente ambiental, casi marcapasos emocional que tiene en la banda sonora una guía casi secreta de los acontecimientos más relevantes. Todo funciona y hace que se sienta el Teatro como un arma cargada de futuro político desde una estética adecuada a los tiempos y a las ideas.

Carlos Gil Zamora

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