‘La brama del cérvol’, la parodia de La Calòrica sobre la necesidad de vivir «experiencias únicas»

El nuevo espectáculo de la compañía catalana se estrena en el Teatre Lliure de Barcelona
Llega al Teatre Lliure de Barcelona el estreno del último montaje de La Calòrica, La brama del cérvol (una experiència única en un marc incomparable). Una comedia existencial y política, ya en cartel, que podrá verse hasta el 22 de junio en la Sala Fabià Puigserver de Montjuïc, coincidiendo con el 15º aniversario de la compañía.
El espectáculo, con dramaturgia de Joan Yago y dirección de Israel Solà, arranca en un hotel de montaña en medio de la nada que ofrece como reclamo ir a escuchar el berrido del ciervo. Allí coincidirán en un mismo fin de semana una serie de personajes. Algunos llegan desde muy lejos para vivir experiencias y otros no. Hay una pareja que intenta salvar su matrimonio, un hombre que quiere cerrar un importante negocio inmobiliario, dos chicas perdidas en el bosque que buscan una fiesta secreta y un grupo de creadores escénicos que participan en un simposio sobre las estrategias del teatro político para transformar la sociedad y construir un mundo mejor.
Oriol Casals, Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López, Mel Salvatierra y Júlia Truyol interpretan los personajes que se cruzan en las múltimples historias. «En un momento, las historias empiezan a mezclarse y a juntarse partiendo de una premisa muy realista, y dejándonos conquistar un poco por la magia del bosque, por la nocturnidad y por la fiesta», cuenta Yago.
Cómo en todos los proyectos de La Calórica, La brama del cérvol parte de un proceso de creación colectiva. En este caso, no había textos que pudieran leer y compartir, y en la primera parte del proceso tuvieron largas conversaciones sobre cuestiones interiores. «Hablábamos mucho de las sensaciones de altiplano: tenemos 15 años, hemos llegado a un lugar, ahora tenemos una facilidad, nos encontramos aquí y… ¿Necesitamos todavía más emociones? ¿Nos podemos mantener aquí? ¿Ahora solo viene la bajada? ¿Qué pasa cuando simplemente soy feliz?», cuenta Solà.
En el momento vital que comparten había la sensación de un cierto vacío interior y de intentar combatirlo de una manera individual. «Estábamos muy concentrados en la idea que la única manera de arreglar tu futuro es trabajando tu yo, pero a veces hay problemas estructurales que necesitan soluciones colectivas», reflexiona Solà.
Hablando de la gente que busca combatir el vacío yendo a retiros o de excursión a la montaña, surgió la idea de hacer una parodia de las experiencias únicas. «La idea de necesito conectar con la naturaleza, sanar, arreglar todos los problemas que tengo como ser humano y creo que, yéndome un fin de semana a 400 kilómetros de mi casa a escuchar cómo berrea un ciervo, ya volveré el lunes a las ocho de la mañana nuevo y arreglado», comenta Yago.
La Calòrica, fundada el 2010 por un grupo de amigos del Institut del Teatre, celebrará los 15 años encima el escenario el mes de junio. A pesar de que ya habían actuado en el Lliure de Gràcia –Le congrès ne marche pas (2023) y Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I (2020)– esta es la primera vez que estrenan un montaje en una sala de grandes dimensiones.
Aseguran que han reído mucho durante todo el proceso de ensayos, pero que ha sido un reto. «Asocio mucho la sensación de riesgo con una buena sensación. Cuando me doy cuenta de que lo que estamos haciendo es difícil y diferente, que tiene una entidad propia, entonces me relajo», afirma Solà.
El montaje cuenta con la escenografía de Bibiana Puigdefàbregas, el vestuario de Albert Pascual, la caracterización de Àngels Salinas, la iluminación de Rodrigo Ortega, los audiovisuales de Joan Rodon, el espacio sonoro y música original de Guillem Rodríguez y el movimiento de Davo Marín.
Para adentrarse en el espectáculo y en el universo de creación de La Calòrica, Queco Novell ha entrevistado a Israel Solà y Joan Yago en un nuevo episodio de La plaça –que puede verse gratuitamente en la plataforma CaixaForum+– y moderará un coloquio postfunción el 5 de junio. Por otro lado, Marina Garcés conducirá una sesión de In situ el 17 de junio.
Coincidiendo con el estreno del montaje, se ha publicado el texto de La brama del cérvol dentro de la colección Llum de guàrdia, coeditada por el Teatre Lliure y Comanegra. Este es el último volumen que se publica esta temporada y puede adquirirse, como los cuatro anteriores, en librerías, en la taquilla del teatro y por internet.