En cartel

Me gusta la música. Yo también voto.

Con motivo del posible cierre de la histórica sala La Paloma de Barcelona, dedicada a la música popular, la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya, para llamar la atención sobre la presión que están sufriendo la ssalas ha propuesto una serie de conciertos gratuitos, y ha lanzado un manifiesto que por su interés reproducimos a continuación. Me gusta la música. Yo también voto.
Basta de agresiones a la cultura. No al cierre de salas de música.
Historicamente la música popular, la música moderna, ha sido una expresión cultural alejada, poco potenciada por las administraciones públicas. En parte, probablemente, per la distancia entre los que ejercen la política y este tipo de música, en parte porqué desde su nacimiento se la ha asociado exclusivamente a la actividad de las empresas. Así, si cada pueblo o ciudad de Cataluña con un mínimo de habitantes dispone de un teatro, una sala de exposiciones y de una biblioteca, son pocos los que disponen de una sala para la música popular en vivo, y donde las hay tienen poca o ninguna relación con las políticas públicas: las salas de conciertos en Cataluña son fruto básicamente del activismo de empresarios del ocio que han aprovechado la base económica y infraestructural de su activitat económica principal para hacer conciertos.
Este hecho y la dinámica de la política actual, que se guia básicamente por unos intereses electorales, han llevado a la práctica criminalización de las salas de conciertos. Aquello que deberia ser una actividad social valorada y protegida como patrimonio cultural, tal como teorizan referentes politicos tan importantes como el propio Estatut d’Autonomia de Catalunya, que explicita que “todas las personas tienen el deber de respectar y preservar el patrimonio cultural”, es en la práctica encorsedo y perseguido.
Las diferentes administraciones han ido endureciendo las normativas que rigen esta actividad hasta el absurdo. Hasta el extremo de poner contra las cuerdas espacios como la sala LA PALOMA de Barcelona, que desde hace más de 100 años ha sido referente de la música en directo para diferentes generaciones de nuestro país. Salas, que han hecho inversiones millonarias para mejorar su aislamiento acústico, en lugar de recibir apoyo de la administración para adaptarse a las permanentes mutaciones y exigencias de la normativa y poder continuar ofreciendo música en directo, son objecto de una persecución que las aboca al cierre.
Desde el respeto a la normativa y al descanso de los vecinos, reclamamos el apoyo de la administración pública para la adaptación de las salas, en lugar de la actual política de presión y cierres. Queremos una ciudad sin ruido, queremos una ciudad con música.
Se ha ido limitando progresivamente la ejecución de la música en directo a espacios muy específicos, que deben cumplir requerimientos cada vez más draconianos para disponer de licencia. Todo ello por la ineficacia para afrontar con recursos e imaginación la conciliación de la música y el entorno. Espacios como el Casino de Berga, que programaban conciertos regularmente desde 2004, se han visto obligados a parar su actividad a pesar de no generar problemas de ningún tipo, tan sólo porque la calificación urbanística de la zona donde està situado no permite la solicitud de la licencia adecuada. Salas emblemáticas y con una trayectoria cultural ampliamente reconocida como el LONDON BAR, el JAZZSI de Barcelona o la ZERO de Tarragona y otros, se encuentran también en una situació similar.
Así pues las Salas de Conciertos de Cataluña alzamos nuestra voz para pedir a los políticos que nos gobiernan y representan que:
1. Se deje de tratar la musica como ruido, y se trate como expressión cultural.
2. La nueva ley de espectáculoss que debe aprobarse en Cataluña RECONOZCA LAS SALAS DE MÚSICA DE CATALUÑA COMO ESPACIOS DE CULTURA, donde se desarrolla una actividad de interés sociocultural, y que sean protegidas y defendidas como tales. Que esta ley, que hasta ahora ha restringido la actividad musical, abra la posibilidad de la actividad musical a todos aquellos espacios que objectivamente la puedan acoger.
3. Que se cree definitivamente el consorcio entre el gobierno del Estado Español, la Generalitat de Catalunya y los Ayuntamientos de Cataluña, para adaptar los espacios que programan música en vivo a las normativas y mejorar sus equipamientos.
4. Que sse detenga immediatamente la actual política de cierre de salas y se abra un proceso de diálogo y estudio de soluciones concretas para cada caso.
5. Que se protejan estos espacios como difusores y viveros de la música.
Por esta razón todas las salas de conciertos pertenecientes a ASACC han decidido, con la colaboración de los músicos, realizar un concierto gratuíto en cada sala durante la semana del 5 al 11 de febrero de 2007.
Firmado
ASACC
Asociación de Salas de Conciertos de Cataluña
Enero de 2007

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