El actor, director y escritor italiano Carmelo Bene falleció en Roma el pasado sábado día 16 a los sesenta y cuatro años de edad, tras sufrir diversas operaciones de corazón y padecer un tumor intestinal. Considerado como uno de los grandes artistas de la escena italina, su carrera está plagada de actos inconformistas y es un perfecto exponente de las vanguardias del siglo XX. Hasta el final de sus días se mantuvo ligado a los esceanrios, la gran pasión de su vida. Nacido el 1 de septiembre de 1937 en Lecce, en la región de la Aopulia en el sur de Italia, en los anales de la escena italiana quedará para siempre su interpetación particular de Calígula de Albert Camus, el papel con el que debutó en 1959. En 1960 monata en Bolonia su primer espctáculo dedicado a Maiakovski y funda el Teatro Laboratorio con el que recorrerá Italia interpretando obras clásicas como Hamlet, Fausto o Don Quijote.
Polemista y discutidor Bene se proclamaba como uno de los grands y reclamó para sí el honor de haber interpretado en mejor Hamet del Planeta. En el cine intevrino en El Edipo Rey de Pier Paolo Pasolini y dirigió una de las películas más surrealistas y rompedoras de la historia de la cinematografía: Nuestra señora de los turcos.
