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Natalia Menéndez dirige ‘Despierta’, monólogo escrito e interpretado por Ana Rayo

El Teatro Español y Barco Pirata presentan ‘Despierta’, un monólogo escrito e interpretado por Ana Rayo que dirige Natalia Menéndez y que se podrá ver del 10 septiembre al 31 octubre en el mencionado espacio madrileño.

 

La autora, sobre la obra

La vida es una comedia. El mayor drama, vivido con todo su dolor, guarda una lección  maravillosa que cambia tu vida para siempre. La vida no es lo que nos pasa, sino la forma en la que vivimos eso que nos pasa.

Un repaso a la historia de la mujer en España desde la perspectiva personal y única, de una  madre y una hija que nos cuentan sus vidas desde los años 40 hasta hoy. En escena solo vemos a la hija, la madre está tan presente que nos la imaginamos en cada frase, en cada diálogo.

Una vida marcada por un drama que unirá profundamente a estas dos mujeres separadas por la vida y la educación, dos mujeres que supieron transformar el horror en el amor más puro.

La directora, sobre la obra

SER MUJER ENTRE BROMAS, TACOS Y VERAS

Ana Rayo dice que se muestra en su obra mejorada de sí misma. Yo más bien siento que se desnuda ante nosotros con un texto desgarrador, divertido, comprometido y feminista.

Nos detalla que a ella le hubiese gustado ser hombre de pequeña para no admitir las vejaciones e insultos por los que ha pasado. Ha transitado por terapias, trastornos alimenticios, llantos y búsquedas para atajar la estupidez humana. Ataca la hipocresía, la doble moral y dice que la liberación de la mujer es la liberación de la humanidad…

Rayo nos cuenta una historia de superación de los estereotipos machistas, convertidos en errores educativos, para poder avanzar con igualdad en derechos y obligaciones. Escribe para sobrepasar una crisis existencial. La comicidad le salva porque si no se le quitan hasta las ganas de bañarse en el mar, un mar que ella ve lleno de cadáveres que intentaron llegar a las costas europeas.

Me conmueven sus palabras casi como los golpes que recibió junto a su madre, coprotagonista de esta historia. Entre bromas, tacos y veras pasamos de los años cincuenta hasta nuestros días. En realidad, las bromas sirven para colarnos su dolor, su sorpresa ante un modo de educar a las mujeres en los años franquistas. Kinder Küche Kirche son las bases de la ideología nazi que fue aplicada en la última dictadura española y, como ella dice: esos eran los territorios de las mujeres: niños, cocina e iglesia. Por eso está llena de rabia, que combina con una pedagogía personal, sencilla y con cierto grado de optimismo.

Consigue hacer un estremecedor homenaje a su madre y a sí misma. Víctimas de una educación injusta, inquietante y trastornada. Nos brinda su obra como un ramo de flores agredido y magullado; aunque logra que sea mordaz y bello. Recupera, desde una emocionada memoria, los archivos de los traumas y nos los lanza con claridad, harta de abusos. Ya está bien. Es justo ese «Ya está bien» lo que me implica a este montaje.

Con la autora y la actriz, transitamos por las épocas con pinceladas en el vestuario, en la luz o en el sonido. Sin ahorrar dolor ni humor respiramos para seguir caminando a ritmo de tacones y de pies descalzos. Junto a ella y a unos excelentes colaboradores, nos involucramos en esta aventura para superar el daño y provocar las ganas de construir un mundo más bello, respetuoso con las mujeres.

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