Negro & negro

Nueva obra de Fabio Ruano

Labio de liebre, es la última obra escrita por Fabio Rubiano. El actor y director de escena, cuatro veces Premio Nacional de Dramaturgia en Colombia, dirige y protagoniza Labio de liebre con Teatro Petra, compañía fundada por él mismo junto a Marcela Valencia en 1995. Salvo Castello es un paramilitar recluido en un lugar indeterminado donde nieva constantemente, sin cesar. Se acogió a un proceso restaurativo y fue condenado a tres años de destierro y arresto domiciliario. Esa es su pena tras dejar numerosos muertos y desapariciones en su camino.

Teatro Petra se ha caracterizado por poner en escena temas difíciles y comprometidos. Muy cercanos a la realidad colombiana pero con una intención de transcendencia y universalidad. Teatro Petra siempre ha hecho teatro provocador, ha tratado temas difíciles en los que el humor ha tenido su protagonismo. En Labio de liebre trata sobre la venganza y sobre el perdón. Durante la reclusión de Salvo Castello se le van apareciendo fantasmas, sus fantasmas. La familia Sosa, aniquilada por Salvo años atrás, renuncia a la venganza, lo que no quiere decir que no reclamen otras cosas. Uno de los hijos se presenta ante Salvo Castello y cuando este le pregunta sobre ese labio leporino a su edad, la contestación es que no le dio tiempo a operarse porque a la edad de siete años «Usted me mató», le dice. La familia Sosa fue asesinada por Salvo, primero la madre, después los hijos. También ordenó matar a la periodista Roxy Romero, personaje que aparece en escena entrevistando a Salvo hasta que hace saber que también ella fue otra víctima de victimario. Es un personaje que reivindica la memoria y aporta una idea de actualidad, de noticia, de que no es pasado.

Salvo Castello no quiere saber nada, no quiere recordar ni afrontar los hechos. La presencia insoportable y la insistencia implacable, cercana a un tipo de venganza, de la familia Sosa fuerza a Castello a escuchar y a ponerse en los «zapatos de los demás». Subyace la idea de empatizar, de ponernos en el lugar del otro… de hablar y tener la voluntad para realizar el esfuerzo por comprender lo que nos dicen y por entender a los otros. Colocarnos en los zapatos del otro, y para ello salir de los nuestros.

El espectáculo se mueve en un realismo mágico narrando hechos insólitos en un contexto realista, en este caso tamizado por una dosis de humor negro que lleva al espectador y a los mismos personajes de situaciones de comicidad a momentos verdaderamente dramáticos. Tanto personajes como público pasan del chiste al llanto de manera vertiginosa. Fabio es un mago, capaz de conducir el espectáculo de tal manera que permite al espectador respirar, disfrutar e incluso divertirse escapando por momentos de la axfisiante atmósfera que se respira. Fabio hace incapié en lo onírico, en el inconsciente, en lo irracional para dar vida a esta historia de asesinatos, de «venganza» y sobre todo, de perdón. Porque al final, Salvo Castello arrepentido pide perdón, con lo que subyace la capacidad de perdonar.

Podrían escribirse muchas más cosas…que la puesta en escena es buena, que los actores son magníficos, que lo son, que hay intencionalidades cruzadas, que se ve la complejidad del ser humano en todos los personajes, que…que y que. Una obra de Arte tiene muchos aspectos analizables, muchas aristas, muchos significados y suscita multitud de opiniones y puntos de vista. Diría que si pueden no se la pierdan. Están dando la vuelta a Latinoamerica, el año que viene harán gira por Francia y en mayo de este año estarán en San Sebastián y en Valladolid. Labio de liebre es teatro fantástico, de otra División, de otra Galaxia. Gracias Fabio.

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