Autor: Tomás Afán Muñoz
Prólogo: Carlos Gil Zamora
Desde su título Los impresentables, hasta su contenido, a nadie deja indiferente. Recuerdo que hace unos años escuché decir a Rodrigo García que “sigo escribiendo como cuando tiraba piedras a los tranvías”. Tomás Afán parece que está en una actitud similar. Quizás esté cazando renacuajos o lanzando con un tirachinas a los pajarillos del cable de la luz, pero demuestra estar en un ambiente de rebeldía no paralizada. Desde su retraimiento secular, desde su aparente quietud, moviliza aquí tormentas internas. Desde el primer momento hasta el final, uno se siente concernido, y se siente agitado por este texto.