Ya está en la imprenta el número 109 de la ‘erregueté | Revista Galega de Teatro’, que abarca buena parte de la actividad escénica gallega durante el primer semestre de 2025. Antes de que acabe el verano, llegará a quienes apoyan este proyecto con su suscripción anual. Y a todas las otras personas que quieran un ejemplar a través de la tienda online de www.erreguete.gal.
Siempre me ha parecido fundamental la existencia de una revista como esta, que busca dar cuenta de las obras de artes escénicas que forman parte del discurso cultural de un pueblo. Me parece importante que haya publicaciones sobre cine, artes plásticas, medicina, literatura, etc. Pero me parece aún más importante sobre teatro, danza, circo, ópera… considerando el carácter efímero de estas obras de arte y su importancia fundamental para revelar las inquietudes e ilusiones de una sociedad, en una época y un ecosistema cultural determinados.
Además del diverso equipo de colaboradores, Ana Abad de Larriva está realizando una extensa y brillante labor como subdirectora de la revista, cuidando al máximo cada detalle. Es una suerte contar con alguien como ella en la dirección de la revista: creadora escénica, doctora en comunicación, licenciada en periodismo y arte dramático. La conozco desde hace muchos años, desde que era alumna en la ESADG, con Matrícula de Honor en Dramaturgia. Desde noviembre de 2020, comparto con ella la dirección de la ‘erregueté’ y la lucha para que la revista salga adelante. Sigo admirando su capacidad de trabajo, su talante reflexivo y cordial, su ecuanimidad e integridad ética, ¡su buen hacer!
Sale el número 109, con más de 170 páginas a todo color, de una revista que pretende entrar por los ojos, además de por la lectura. Voy a hacer un pequeño spoiler. Tiene varias secciones: “Memoria”, dedicada a Henrique Harguindey. “Danza y artes del movimiento”, con una conversación con Antón Reixa, que debuta en la danza, y Kirenia Martínez Acosta, quien nos muestra que querer es poder. “Artes circenses” con las voces y la poética de Pablo Reboleiro y Clara Gayo, que estrenarán una producción circense titulada ‘A serie clopen’ en septiembre en el Centro Dramático Galego (CDG); “Magia e ilusionismo” con un homenaje al Mago Antón. “Títeres y teatro de objetos”, con las voces de Celtia Figueiras y Xosé Breijo “Topo”, de Xanela do Maxín. “Narración oral” con Atenea García. En “Escena abierta” se incluye una entrevista con Avelina Pérez, que recibió el Premio Álvaro Cunqueiro de textos teatrales en su última edición; una crónica de Galicia Escena Pro 2025; un artículo sobre la última contribución al ciclo Clásicas Desfeitas del CDG/Cidade da Cultura; un diario de Escenas do Cambio 2025 de la Cidade da Cultura; y una reseña de la programación de Vigocultura. La sección “Espectáculos” incluye una treintena de propuestas: ‘A mesa, a burra e o pau’ del CDG; ‘As aventuras de Nabiza Girl’ de Isabel Risco; ‘As desterradas’ de Excéntricas; ‘Realmente ahora no ya no’ de Fran Martínez e Elena Carvajal; ‘O carteiro de Ximaraos’ de Monicreques de Kukas y CDG; ‘Baunsbak’ de Elvi Balboa; ‘Transeúnte’ de Daniel Rodríguez; ‘No Yogurt for the Dead’ de Tiago Rodrigues; ‘Roland mon amour’ de Cris Balboa con CDN y CDG; ‘Rock ‘n’ Magic’ del Mago Teto; ‘Rosalía, a pulga que escribía’ de Galitoon; ‘Reconversión’ de Ibuprofeno Teatro; ‘Molto Barroco’ de Píscore; ‘Nanai da China’ de Pérez & Fernández; ‘Nik·Eu 2.0’ de iXa; ‘Oh-Pera!’ de Zirco Txosco; ‘Influencers’ de NegroLópez; ‘Para que non me deixes aquí soa’ de Julia Laport; ‘Trïade’ del Colectivo Glovo; ‘Mala vida e pior morte do rei Ricardo III’ de Excéntricas y CDG; ‘Aurora Boreal’ de Paula Quintas; ‘Cicatriz’ de Kirenia Danza y CCG; ‘Guerra’ de Teatro do Noroeste; ‘O Grande Incêndio’ de Sarabela e Escola da Noite; ‘Velaiquich amoorch’ do Colectivo d’Elas; ‘Vitória’ de Iria Pinheiro; ‘Tromsø’ de Morraoconto; ‘Inconfesables actos de fascismo ordinario’ de Anómico Teatro; ‘Baleiro’ de Ensalle Teatro e Juan Navarro; y ‘A cámara escura’ de Vórtice Escénico. Una sección inclusiva, la de “Espectáculos”, donde aparecen compañías emergentes, nuevas, y veteranas, espectáculos de diversas modalidades, géneros y formatos, para público familiar, público adulto, para todos los públicos. Una sección que es solo una pequeña muestra de la riqueza creativa gallega. En la sección de “Investigación”, se propone un mapa de estilo para un laboratorio teatral. En la sección de “Libros”, se presenta la obra ganadora de la última edición del Premio Rafael Dieste. En “Actualidad AISGE” leemos a Lucía Veiga. La sección “Proscenio” destaca el manual de buenas prácticas en dramaturgia, elaborado por las asociaciones de esa rama en el Estado español; una entrevista con la dramaturga y artista portuguesa Patrícia Portela, quien estuvo en la última edición de la MIT Ribadavia; un artículo sobre las jornadas dedicadas a cómo diseñar experiencias escénicas inclusivas y accesibles, organizadas por Escena Galega y la Diputación de Pontevedra; un informe sobre las artes escénicas ante el auge de las extremas derechas. La sección “Palcos LGBTIQ+” llega a la revista impresa con una entrevista a Alberte Bello. Y regresa al papel la sección “Escena Amateur”, dedicada al 40.º aniversario de Tiruleque.
¿Qué más se puede pedir? ¿O qué más se puede dar? Desde aquí lo damos todo. La revista 109 sale en verano. ¡Espero que la disfrutéis!
Publicar es hacer público. Eso es lo que buscaba la sección de Vigo (Antón Lamapereira) de la Escuela Dramática Gallega (Manuel Lourenzo y Francisco Pillado Maior) cuando en 1983 lanzó el ‘Boletín de Información Teatral’, que en el número 10 de 1994 pasó a llamarse ‘Información teatral – Revista Galega de Teatro’ y en el número 11 de 1995 ‘RGT – Revista Galega de Teatro’, para cambiar la cabecera a ‘erregueté | Revista Galega de Teatro’ en el número 87 de 2016. Y de ahí hasta aquí, haciéndo público, publicando.
No es ningún secreto, que es público: las artes escénicas son la expresión compartida más viva y vibrante de un pueblo. En la era de las pantallas y el entretenimiento digital, necesitamos reencontrarnos con el evento escénico, necesitamos regresar al papel, que funciona sin pilas ni electricidad.
