Del 22 al 31 de agosto se producirá en Quito, en el Museo del Banco Central del Ecuador el estreno de la nueva creación de la coreógrafa, bailarina y maestra Susana Reyes titulada ‘Memorias de arcilla’, danza butoh de los Andes, con música original de Moti Deren. «…instante del alma y el cuerpo que se hunden en el misterio infinito de éste laberinto de barro y vajilla…»
Producto de un largo y minucioso proceso de investigación, y hurgando en los terrenos de la memoria y el subconsciente, «Memorias de Arcilla» surge como un ritual escénico creado mediante un mundo de imágenes de arcilla, en el que se funden la danza, la música, la fotografía y las instalaciones, desencadenando un torrente de imágenes y sensaciones que movilizan los sentidos.
En esta obra, estructurada en nueve escenas, de manera inusual, la Maestra, Bailarina y Coreógrafa Susana Reyes, entreteje sensiblemente diversos momentos en el mundo orgánico de la arcilla, primera forma de materialización del espíritu del hombre.
La participación de varios elementos rituales y de uso cotidiano de diversas culturas, así como la presencia de dos alfareras marca en la obra la existencia viva y la continuidad cultural de pueblos que tienen en la arcilla y la tierra su más profundo y sagrado principio cosmogónico.
Debido a que esta obra esta hecha para establecer un contacto profundo, visual y sensitivo con el espectador, «Memorias de arcilla» conjuga en su entorno el universo de los sonidos y las imágenes, enriquecido sólidamente con la obra musical de Moti Deren y el montaje de una instalación de trabajo colectivo, en que se oficia la danza. Característica importante de esta obra es que está diseñada para que el espectador se sumerja en una atmósfera que lo conduce al encuentro con su propio ser, su historia y su futuro.
Su entorno de representación son los vastos espacios del Banco Central del Ecuador, (ubicado en la Av. Patria y 6 de Diciembre) lugar donde reposa una magnífica colección de elementos sagrados y de uso cotidiano de diversos pueblos y culturas ecuatorianas, que se funden con el espíritu de esta obra. Allí la danza oficiará como nexo entre el mundo de la arcilla y la memoria del espectador, ayudándole a vivenciar su historia.
Allí se concentran las acciones en una especie de espiral de diferentes tipos y colores de tierra, que forman una gran vasija madre como escenario, en el centro mismo del hall. En el contorno de esta gran espiral se instalan vasijas de diferentes formas y orígenes, pedazos de vasijas y piezas arqueológicas que crean sub-escenarios, de los que salen cuatro rampas como puertas, hacia las cuatro direcciones donde se ubica el publico. Todo el entorno de aquel edificio queda visualmente integrado a este escenario, embelleciendo los diversos espacios públicos propios del museo. Esta instalación ha sido concebida para que esta obra se funda al espíritu del museo.
La música que acompaña esta obra, y que es autoría del compositor Moti Deren surge fluida, desde el corazón profundo de la tierra, expresada en voces y espíritus de vientos, ríos, vasijas, montañas y seres originarios de estas tierras.
Alrededor de esta nueva obra de la Maestra Susana Reyes se halla un equipo de creadores, que en su conjunto abrigan este espectáculo único.
