Con motivo del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se celebra este viernes 2 de abril, la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y la editorial Anaya han anunciado la segunda entrega de su colección conjunta Sopa de Libros-Teatro, una iniciativa destinada a fomentar la lectura de teatro escrito para jóvenes y niños. La serie vio la luz el pasado mes de noviembre con una primera entrega de tres títulos: El árbol de Julia, de Luis Matilla; La caja de música, de Alfonso Zurro, y La ciudad de Gaturguga, de José González Torices. La buena respuesta que ha tenido esta primera tanda de títulos ha animado a Anaya y la SGAE a trabajar en una segunda remesa, que estará compuesta por un nuevo trío de libros. Las obras seleccionadas en esta ocasión son Manzanas rojas, de Luis Matilla; Tira, tira o la fábrica de tiras, del joven autor catalán Agustí Franch i Reche; y Abajo el telón, de Fernando Lalana. Estos títulos llegarán a las estanterías de las librerías el próximo otoño, al muy asequible precio de seis euros por ejemplar.
Ante todo, entretenimiento
El entretenimiento es el objetivo último de esta aventura editorial que se propone fomentar el hábito lector, iniciar en el amor al teatro y potenciar la capacidad de expresión y el arte de la imitación. Francisco Galindo, secretario general de la Fundación Autor, señala que con esta iniciativa conjunta “se atiende una demanda social, dada la ausencia de textos teatrales para niños”, al tiempo que se cumple una de las funciones sociales de la SGAE, como es la de “alentar la presencia del arte dramático en la sociedad española”.
Al final, se trata de que en el futuro próximo esos muchachos se conviertan en espectadores de los espectáculos escénicos. “No hay renovación generacional del público teatral, algo que en parte podremos paliar con iniciativas como ésta. Es imprescindible y estratégicamente necesario para la supervivencia de esta disciplina”, abundó Francisco Galindo.
Lectura en las aulas
La colección ha sido especialmente bien recibida entre el profesorado, según corrobora Antonio Ventura, director editorial de Anaya Infantil y Juvenil. Los textos están destinados a fomentar la lectura colectiva en los colegios o, incluso, su escenificación. De ahí que se presenten repletos de pedagógicas ilustraciones que facilitan su representación, con claras sugerencias para su lectura conjunta en las aulas. Con el propósito de facilitar al profesorado la escenificación, los libros incluyen un apéndice con anotaciones sobre la música, la trama o, incluso, la caracterización de los personajes. Luis Matilla, autor experto en literatura infantil, destaca: “Resulta heroico publicar teatro en un país en el que no se lee”. “Lo importante es fomentar a una nueva generación de lectores”, agrega Matilla, quien repite experiencia en la colección Sopa de Libros-Teatro. Con Las manzanas rojas, Matilla ganó la tercera edición del Premio SGAE de Teatro Infantil y Juvenil.
