Negro & negro

Un sueño…

El 21 de junio, comienzo del sosticio de verano, se estrena ‘Uda gau bateko ametsa’ en el Parque María Cristina en San Sebastián, versión en euskera de ‘Sueño de una noche de verano’ de Shakespeare. Efeméride llamada a ser la ‘ACTIVIDAD’ de esta controvertida capitalidad europea de la cultura DSS2016. 400 años del fallecimiento de William Shakespeare, el parque Cristina Enea y Tanttaka son ingredientes suficientes para convertir una representación teatral en algo extraordinario.

En abril de 1616 falleció el dramaturgo, poeta y autor inglés, considerado el más grande en lengua inglesa y uno de los más importantes en la literatura universal. Excusa para recordarlo y homenajearlo el año de la capitalidad europea.

El parque, jardín privado de los Duques de Mandas, donado a la ciudad con la condición de que se llamara Cristina-Enea y de que no se destinara a otros usos que no fuese parque. En su estilo de jardín inglés, está considerado como uno de los parques urbanos más interesantes de la península: árboles de gran envergadura como secuoyas, cedros, ginkgos…conforman un bosque, así como verdes praderas con patos, cisnes, picos menores y pavos reales.

Tanttaka Teatroa, comienza su actividad profesional en 1.983. En estos años, realiza producciones de distintos géneros, saltando deliberadamente del drama naturista ‘Agur Eire, Agur…’ a la ópera bufa ‘Flaminio’, pasando por la farsa ‘Adagio violentíssimo’, la danza ‘Zilbor Hestea’, el musical contemporáneo ‘Peligro te quiero’ o la adaptación lírica como ‘Hansel y Gretel’. Todos sus espectáculos son al menos en dos versiones – euskara y castellano – y en alguna ocasión, también, en catalán. Más de 30 premios y reconocimientos jalonan una trayectoria impecable con cuatro premios ‘ercillas’, varios premios ‘del público’, un premio ‘Max’ y tres ‘premios Donostia’, a la mejor producción en euskera del año.

En «este sueño» el público es invitado a la boda de Hermia y Demetrio. La boda se celebra en el parque y se convierte en un viaje fantástico y mágico que nos llevará por las once puestas en escena, pilares de esta historia plagada de fantasía, sueños, amor y magia entremezcladas con mucho amor, pulsiones inducidas, lívidos desatados y unos cómicos, que no podían faltar, a su bola, inconscientes, despistados y despreocupados. Pócimas mágicas, hadas, luna llena, pavos reales y murciélagos son las especias exóticas de un viaje por el sonoro bosque, por los laberintos del subconsciente, por los senderos del ensueño. Una de las virtudes del hecho escénico es la capacidad de sintetizar y concretar…tarea importante también a la hora de escribir un artículo sobre este espectáculo. No es tarea fácil. Si en un espectáculo al uso existen una o dos puestas en escenas,… en esta versión de la comedia shakesperiana son once. Felicidades a Ikerne Giménez por su trabajo. Puertas a atravesar, sillones en el aire, telas colgantes, camas gigantes, naturaleza que abraza la historia y te lleva a un lugar distinto. Escenario de 360 grados, que rompe las rutinas en la comunicación entre el emisor y el receptor integrando ruidos, imprevistos y todo tipo de circunstancias que pueda darse a lo largo de la representación. Incorporando la libertad de movimiento del público; cambiando el concepto de frontalidad; reinventando los procesos; asumiendo las reacciones espontáneas de los espectadores también mucho más heterogéneos, condenados a convivir entre ellos.

El espacio público, el parque se convierte en el escenario ideal para reinventar las dinámicas, para generar nuevas perspectivas y para crear una relación distinta del ciudadano con su parque, tantas veces visitado y recorrido. Si las artes escénicas contemporáneas se caracterizan por la ruptura de las líneas divisorias entre el teatro, la danza, el circo, el audiovisual… estas líneas son aún más borrosas cuando el hecho sucede en un espacio no convencional, gracias a la descontextualización de la «performance» que ayuda a superar todas las fronteras del género. En el Parque María Cristina el espectáculo produce el orden, es el acontecimiento que transforma el espacio. Este tiene un dinamismo propio, cuyas radiaciones generan un orden mágico y efímero. El Parque es invadido por los sueños que existen únicamente en el momento en que se representan y que invitan a volar. Realizar preguntas, ofrecer ideas, crear belleza o sorpresa. No existen barreras con el espectador. El actor provoca, el público reacciona y el parque a modo de escenario los acoge creando siempre una mirada nueva y renovada, creando poesía y magia.

Iñaki Rikarte y Fernando Bernués han tenido la capacidad de crear un gran evento, un gran espectáculo para el recuerdo. Todos los detalles absolutamente cuidados y con gusto exquisito. Un elenco espectacular, la flor y nata de la escena vasca, un vestuario precioso, el banquete a la altura. No faltaba ni la luz que nos iluminaba en este viaje a lo más profundo de nuestra imaginación. Danza, música, coros, duendes, hadas,…y el brebaje de amor como transfondo. Un sueño de una noche de verano que ya es un hito, que ya ha pasado a la historia del teatro en Euskal Herria y en Europa.

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