En cartel

‘Si el mono no canta hay que matarlo’ de Colectivo Kong en Buitrago del Lozoya

El 16 de agosto Colectivo Kong presenta en LA SELECTA de Buitrago del Lozoya ‘Si el mono no canta hay que matarlo’, un espectáculo teatral creado tras un año de investigación sobre la violencia machista actual a partir de sus propias experiencia.

 

Una decena de jóvenes de diversas ramas artísticas e intelectuales (actrices, escenógrafas, directora, teatreras, un músico, un filósofo…), que en su mayoría viven en Lavapiés, a partir de sus propias experiencias realizaron durante un año unas jornadas de investigación sobre la violencia machista actual en sus diversas formas, especialmente las agresiones y violaciones, y acerca de los modelos corporales que imponen los poderes patriarcales.

En este proceso, estudiaron también algunos ensayos, como El cuerpo utópico, de Michel Foucault, Dónde está mi tribu, de Carolina del Olmo, Vamps & Tramps, de Camille Paglia, y Teoría King Kong, de la escritora francesa Virginie Despentes, libro que sirve de detonante para su creación escénica. También estudiaron las experiencias de Gulabi Gang, la Banda Rosa, el colectivo de mujeres de India que se unen y se arman de palos de bambú para prevenir y castigar a los violadores y maltratadores.

De estos estudios y debates nacieron escritos, imágenes, improvisaciones y objetos, que se han articulado en un espectáculo teatral que tiene dos grandes ejes que se entrelazan: la relación de dos amigas de Lavapiés que se quieren enfrentar de distinta manera al miedo y las agresiones, y la irrupción de una insólita super heroína de barrio y de un equipo de jugadoras de rugby que con ironía siguen la estela de Gulabi Gang para enfrentarse a los violadores.

Con una mesa y merienda del colectivo como base del montaje, en un juego de entrar y salir de la ficción, se van desgranando escenas callejeras, rituales de comida, música y canciones, apariciones simbólicas, poemas y manifiestos de un espectáculo que combina con extrañeza la reflexión, la denuncia y el humor negro y que provoca discusión.

El propio juego del rugby es empleado como bella metáfora de la lucha, las cicatrices y la afirmación vital.

Dice el Colectivo Kong: «La Teoría King Kong, de Virginie Despentes, fue nuestro punto de partida. Más allá de lo que cuenta, nos hemos inspirado en cómo lo cuenta. A la violencia sexual en contra de las mujeres, ella responde con desafío y con una actitud combativa y muy fresca. Hemos intentado ser fieles a ese grito de libertad / rebelión.»

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