El Hurgón

CIRNAOLA

Una forma tradicional de organizar las actividades cuando alcanzan popularidad es la conformación de gremios, porque mediante este mecanismo se acerca a quienes se dedican a ellas, y se les da identidad social, pero sobre todo sirven para hacer que cada actividad concuerde con sus objetivos y se vincule al desarrollo social.

La tendencia a crear grupos es una actitud que deviene de la condición gregaria del ser humano, con objetivos muy variados como emprender, con la compañía de otros el fortalecimiento de una actividad, sometiéndola a la reflexión y al análisis, uniendo a las personas con intereses comunes para encauzar la actividad que profesan y dándole cohesión a una actividad dispersa, pero practicada por muchos, o simplemente armar una cofradía para identificarse con un pensamiento unánime. Pero crear un gremio es también armar un pretexto para inventar un espacio de poder.

En todos los gremios existen jerarquías y por ende rangos o escalas de poder, y por ello se institucionalizan dentro de ellos obligaciones, compromisos, deberes y derechos cuyos límites no siempre son atendidos por todos, porque adonde existen las jerarquías unos atienden más que otros, dependiendo de la posición que ocupan dentro del gremio, y por lo cual uno de los riegos de toda agremiación es terminar representando intereses de una mínima parte de sus integrantes, y generando concentración de poder, una característica de la contemporaneidad, a pesar de los discursos libertarios, razón por la cual la mayoría de estas organizaciones replican esquemas y comportamientos de los entes de poder, y se van perdiendo las libertades y las garantías de los asociados.

No es usual hallar grupos dentro de los cuales sus miembros se puedan mover con libertad, porque las regulaciones a las que son sometidos la restringen, pero además, porque en la generalidad de los casos la idea de una agremiación surge cuando el componente común de la misma ya ha demostrado una fuerza social, como consecuencia de la práctica múltiple individual. La idea de gremio surge cuando el objeto del mismo ya se ha reafirmado socialmente y es la razón por la cual la conformación de un gremio siempre lleva implícita una relación de poder.

Pertenecer a un gremio es una oportunidad no desdeñable, porque es parte de la naturaleza humana, como hemos dicho al comienzo, agremiarse, porque la fuerza del gremio se expresa en una serie de vocablos que le sugieren seguridad a quien pertenece a él.

Pero los gremios también pueden tener su origen en una concepción distinta a la tradicional, y ser creados con la intención de delimitar geográficamente el desarrollo de una actividad, solo para generar condiciones de integración, orientadas a llevar a sus miembros a compartir experiencias y expectativas, cuidando que durante dicho proceso permanezca en reposo el sentido de la competencia, para garantizar que la notoriedad alcanzada por uno cualquiera de los miembros sea consecuencia de la selección social y el reconocimiento, y no de las audacias de unos, para trepar sobre otros.

CIRNAOLA, (círculo de narradores orales latinoamericanos) es una de esas organizaciones de nueva concepción, destinada a integrar a personas dedicadas a la narración oral, cuyo ingreso es de carácter estrictamente voluntario, que ofrecerá a cada miembro la oportunidad de expresar su opinión, de exponer su trabajo y de compartir una y otro con los demás miembros, sin la participación de intermediarios.

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