Críticas de espectáculos

Del Maravilloso Mundo de los Animales: los Corderos/Daniel Veronese/Histrión Teatro

Veronese español

 

Título: Del maravilloso mundo de los animales: los corderos – Autor: Daniel Veronese –  Reparto: Gema Matarranz, Paco Inestrosa, Enrique Torres, Manuel Salas y Elena de Cara – Dirección: Daniel Veronese – Compañía: Histrión Teatro – 14 Feria de Teatro de Castilla La Mancha

 

El Daniel Veronese más conocido en España se ha prodigado versionando obras de Ibsen y Chejov cuyos títulos son difíciles de retener. Sus puestas en escena poseen una escenografía de circunstancias, carente de importancia poética pero con una enorme fuerza dramática que se apoya en una interpretación actoral fuera de lo común. Veronese elige a los actores y actrices precisos para cada montaje que infiere una férrea e inteligente dirección de actores. Los espectáculos de este argentino internacional poseen el sello de lo singular.

En el Del Maravilloso Mundo de los Animales: los Corderos, Daniel Veronese certifica su identidad artística, pero con algunos matices que a uno le hacen rendirse a la evidencia y a desechar pequeñas reticencias que acarreaba con sus espectáculos “mitificados”. De una parte, estamos ante un texto original –hay que reconocer que las versiones también son textos originales aunque posean una trama prestada de Ibsen o Chejov– en referencia a lo que parece la inspiración; y por otra parte, el montaje de esta obra lo ha realizado con Histrión Teatro, una compañía española que no es lo habitual.

En cuanto al texto hay que decir que me parece espléndido aunque parezca un culebrón, como todos los suyos. La obra plantea un juego de dualidad en las relaciones: dominado/ dominador. Cada personaje muestra su faceta de dominador y de dominado saltando de un rol a otro con sorprendente fluidez. Cada situación dramática modifica el concepto previo que el espectador va adquiriendo de cada personaje. Es decir, el texto, construido con diálogos rápidos y precisos, desarrolla un discurso sinuoso –a veces parece un diálogo de besugos– que hay que ir construyendo mentalmente y que, por razones lógicas, solo adquieren sentido en la última frase de la pieza.

Por cierto, parece ser que el autor introdujo esa frase cuando el espectáculo estaba a punto de estrenarse; no era ese el final. Pienso que la frase de “los seis euros” resulta clave para comprender que todo lo que ha sucedido sobre el escenario no ha sido más que una pequeña trampa argumental en la que también ha caído el espectador. No obstante, esa trampa lúcida justifica no solo el juego teatral sino el desconcierto entre la realidad y la ficción.

Pero, siguiendo con la dualidad dominado/ dominador en el planteamiento, el texto muestra ese juego dual también en el transcurso de la trama; o sea, desarrolla los métodos y los procesos para conseguir el rol de la dominación. La violencia física y la sicológica, la seducción, la tolerancia formal, la coacción, los miedos, la corrección social, los razonamientos, la irracionalidad, son algunas de las maneras para obtener el domino, la preponderancia, el Poder.

La puesta en escena de Del Maravilloso Mundo de los Animales: los Corderos, que pude presenciar en la 14 Feria de Teatro de Castilla La Mancha, está subrayada por el signo de Veronese. Una escenografía pobre, pero funcional para mostrar el espacio y las escenas, una interpretación naturalista pero marcando que es un grupo actoral quien está representando, y un juego escénico apoyado en el texto y en la actuación de los actores dibujan las señas de identidad. El público entra en la sala casi como invadiendo el lugar de trabajo de los intérpretes o profanando la intimidad de los personajes, que de ambas maneras se puede entender. Las acciones y los diálogos explotan en la cara del público con esa mezcla desconcertante de juego y realidad.

La compañía granadina Histrión Teatro ha comprendido y ha asumido con talento el estilo y los conceptos del director. Se ha entregado con absoluta confianza al proceso de construcción dramática para presentar un producto de altísima calidad artística y técnica. Podría afirmarse que Gema Matarranz, Paco Inestrosa, Enrique Torres, Manuel Solas y Elena de Cara –los componentes de Histrión Teatro- han armonizado absolutamente tanto en la técnica como en la estética y en el compromiso, tanto con el texto como con la dirección de Veronese. Hasta tal punto ha habido una mutua compenetración que, al parecer, ya están planteando nuevos proyectos conjuntos. Sin duda, serán para bien.

Manuel Sesma Sanz

 

 

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