Foro fugaz

Musicales decembrinos… para olvidar

París no es un terreno muy fértil para las comedias musicales, si lo comparamos con New York o Londres, pero en la temporada de fin de año se presentan los clásicos del género para crear un ambiente festivo en los principales teatros de la capital. Ya se sabe la receta: Glamour, cantos, danza y color.

Este año no es la excepción; se presentan actualmente:
Molière el musical, Starmania, Notre Dame de París, West Side History, y otros musicales en la escena parisina para tratar de disipar la morosidad ambiente, que no es poca cosa.

Lo que más sobresale de esta temporada musical es la reapertura del Lido de París, que ha dejado de ser un cabaret emblemático con sus bellas mujeres, para convertirse en una escena permanente de la Comedia Musical. A Funny Thing Happened On the Way to the Forum, (Algo curioso ocurrió en el camino al Fórum) de Stephen Sondheim, ha sido elegida para la apertura, un delirio total que no tiene el prestigio de otros musicales, pero veremos qué dice el público que es el que pone e impone gustos y modas.

Por otro lado me llama la atención la comedia musical dedicada a la vida de Molière, que con sus 400 años aún estimula la escena, como en este caso. La vida de Molière es enigmática y apasionante, una lección de amor al teatro que aparentemente rescata este musical. La crítica destaca el uso del slam y el rap en la construcción musical de la historia, al estilo de la sobresaliente comedia Hamilton de Lin-Manuel Miranda que conmovió a Broadway en 2010. Según la crítica este Molière el musical logra con creces sus objetivos escénicos y musicales. Y tiene la virtud de ser una creación cien por ciento francesa.

Las calles de la capital (como de muchas capitales en el mundo) se han cubierto de emblemas festivos. Nos urge olvidar lo que ocurre en el mundo y que nos afecta directamente: la guerra en Ucrania en la que Rusia ha logrado adormecer el instinto de supervivencia de la Unión Europea, principal enemigo del neozar Putin. Hay ingenuos que opinan que Putin es un líder que defiende la libertad de los pueblos. Ingenuos.

También coexistimos con una especie de guerra civil desatada por los atentados de Hamas en Israel el pasado 7 de octubre, con su cauda de antisemitismo, y sus consecuentes agresiones cotidianas, que culminaron con el asesinato de un turista alemán la semana pasada al pie de la Torre Eiffel. Vivimos la embriaguez del miedo.

Se trata de olvidar durante una representación los encontronazos políticos que ocurren cada día en los medios, en las redes sociales, en las escuelas. Choques que cada día suben de tono y se vuelven más amenazantes. Yo le titularía a esta temporada, Tentación por el caos.

Pero cantemos en un musical, porque como dice la canción mexicana …Canta y no llores, porque cantando se alegran Cielito Lindo los corazones… Estamos ante la amenaza de una terrible guerra generalizada, que ya ha comenzado en Ucrania, sigue en Israel y Gaza, se agranda entre Azerbaiyán y Armenia, y que ahora amenaza con extenderse en América con los anuncios bélicos del dictador Maduro contra Guyana.

Como en vísperas de la Primera Guerra Mundial las sociedades parecen ávidas de sangre y dolor. Cien años después de una epidemia mortal surgió el Covid-19 causando los mismos desastres; con el mismo ritmo se presentan ahora los primeros síntomas de una guerra total que ahora será totalmente mortífera. Nuestra trinchera está en Ucrania, cuando caiga lo sufriremos todos. Mientras tanto ¡Vivan las Comedias Musicales!

París, diciembre de 2023

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