Privado vs Público
En Francia la producción teatral tiene una división rotunda: las obras subvencionadas con dinero público (impuestos); y las obras del teatro privado, con capitales e inversiones de particulares o empresas (taquilla). No obstante el teatro privado también puede recibir subvenciones, pero condicionadas a cierto tipo de espectáculos que reúnan calidad y audacia.
Pues en el teatro público se puede experimentar sin temor a quedarse sin fondos para la siguiente producción. También pueden emprender grandes espectáculos, algo que en el teatro privado es más difícil, por los costos. No obstante ambas modalidades obtienen logros indiscutibles.
La Comedia Francesa es el símbolo del teatro subvencionado desde que Luis XIV le concedió un carácter oficial en 1680; desde entonces ha trabajado sin interrupción y es administrada por sus propios miembros. Único pero: frecuentemente trabaja con dramaturgia clásica en demérito de las escrituras contemporáneas. Pero eso no le resta modernidad, y la elección de nuevos directores ayuda a actualizar su repertorio. Sólida y efectiva, La Comedia Francesa es un ejemplo de compañía nacional que rebasa los prejuicios y modas políticas.
Los nuevos dramaturgos con las creaciones más audaces quedan en manos de los Teatros Nacionales, también subvencionados con dineros públicos, instituciones que dan vigor a una producción más arriesgada. Por ejemplo, el ahora imprescindible Bernard-Marie Koltès fue dado a conocer por Patrick Chéreau en el Teatro Nacional de Nanterre. Este impulso fue decisivo para que Koltès saliera del anonimato y se convirtiera en un dramaturgo clásico.
Y así podemos hablar de otros dramaturgos como el franco-libanés Wajdi Mouawad, que dirige el Teatro de la Colina en París, o Joel Pommerat, que han transformado la visión de la dramaturgia social con sus creaciones en las que conjugan su trabajo como dramaturgo y director.
No obstante, el teatro privado también ha dado a conocer dramaturgos muy valorados en el ámbito nacional e internacional.
Empecemos por la más conocida, Yazmina Rezza autora de obras que han sido traducidas a varios idiomas: ‘Arte’ que en 1998 ganó el premio Tony Award en Nueva York como mejor obra de teatro. Y le siguen otras, como ‘Un Dios Salvaje”, etc. Verdadera creadora teatral ha sido actriz y directora; también es novelista. Siempre ha trabajado en el teatro privado, y podemos decir que su obra es un fino producto de esta relación de subsidio del espectador.
Así encontramos a Florian Zeller que es un autor surgido desde las producciones privadas, sin lugar a dudas el autor más connotado de la dramaturgia actual, hombre de escena integral, cineasta, productor. Sus obras han sido consideradas como las más importantes de este siglo. ‘Le Père’ ‘El Padre’ es la que más ha trascendido las fronteras, hasta convertirse en la película ‘The Father’ con Anthony Hopkins, ganadora de varios ‘Oscars’. Cuando se pone en escena la versión teatral de la obra ‘El Padre’ muchos creen que se trata de una adaptación de la película. Y no, el original es una obra de teatro de Florian Zeller.
Y cerramos esta evocación del nuevo teatro francés surgido desde las producciones privadas con Alexis Michalik, un completo hombre de teatro: actor, director, dramaturgo. La obra más notable de Michalik es ‘Edmond’, que presenta en forma dinámica las vicisitudes del autor de la obra Cyrano de Bergerac, un clásico de principios del siglo XX. ‘Edmond’ ya es película, y su autor y director ha conseguido imponerse como un maestro de la escena. Su última obra, ‘Pasaporte’ aborda la inmigración en Francia, un tema más propio del teatro público que del privado, sin embargo Michalik asume el riesgo y lo presenta en el circuito privado, arriesgando capital económico y su prestigio. Verdadero hombre de acción, ve una escena sin límites ni fronteras.
¿Quién gana? Las diferencias son tales que en los ‘Molière’ que premian a lo mejor del teatro francés cada año hay dos categorías completamente diferenciadas: Teatro Privado, Teatro Público, porque ¿quién va a competir con la Comedia Francesa? Y por lo pronto los que más éxitos internacionales han conseguido en la última década son los autores surgidos del teatro privado.
Pero usted, posible espectador-patrocinador de la actividad teatral, tiene la última palabra. Vaya al teatro y decida quien es más importante, pero vaya al teatro, usted es uno de sus pilares.
París, febrero de 2025