Rebel delirium

The Old Vic Tunnels

En febrero de 2010 The Old Vic Theatre, el teatro que dirige Kevin Spacey, se hizo con un nuevo espacio escénico. Se trata de The Old Vic Tunnels, unos laberínticos túneles justo debajo de la estación de trenes de Waterloo, reconvertidos ahora en escenario para conciertos, performances y obras de teatro. Bajo la dirección artística de Hamish Jenikinson, este lugar recibió el año pasado el premio «Big Society Award», por su programa de producción de espectáculos para jóvenes, que otorga el mismísimo inquilino del número 10 de Downing Street, David Cameron.

The Old Vic Tunnels es un lugar de visita obligatoria para los amantes de las artes escénicas en espacios no convencionales. Para entrar, hay que bajar a Waterloo Station y coger Leake Street, una callejuela peatonal que tiene todas las paredes grafiteadas y que recuerda a cualquier antro del este berlinés. Como si estuvieras en medio de unas obras, los porteros de la entrada te reciben vistiendo petos reflectantes. Una vez dentro, ya en el subsuelo, uno se encuentra con unas galerías de túneles extensísimas, de dimensiones casi faraónicas. La institución que dirige Kevin Spacey ha acondicionado brillantemente un espacio que pertenencía a la compañía de ferrocarriles «British Rail». Iluminación, calefacción, bares, distintos espacios teatrales… The Old Vic Tunnels tiene los mismos servicios que un teatro convencional, pero conserva los techos desconchados. El recinto se estrenó en mayo de 2009 con una performance de «Punchdrunk», una compañía clásica inglesa de sites-specifics. Entre las muchas obras de texto que se han hecho durante este periodo, me llamó la atención el estreno en octubre de 2010, en el Reino Unido, de «Incendios» de Wajdi Mouawad. Esta misma obra se puede ver actualmente en el Teatro Romea de Barcelona, producida por la compañía La Perla 29 que, por cierto, tiene toda la pinta de convertirse en el montaje del año de la capital catalana. Dirige Oriol Broggi e interpreta el dúo Julio Manrique y Clara Segura, entre otros actores. El hecho es que, casualidad o no, La Perla 29 trabaja habitualmente en un espacio también singular, una galería gótica, arquitectónicamente similar a las galerías de The Old Vic Tunnels. Ellos también son los primeros en estrenar, en este caso en España, este importante texto del autor libanés.

Descubrimos los túneles porque fuimos a ver «Without Warning», una performance interpretada por cuatro bailarines y cuatro músicos de distintas edades y constituciones físicas. La obra la recomendaba alguien en el muro del facebook de la compañía «Shunt», otros a quienes hay que seguir la pista si lo que se busca es la inconvencionalidad escénica. El espectáculo «Without Warning» exploraba conceptos como la resonancia del sonido, ¿qué pasa cuando canto y bailo a la vez? Los actores entonaban melodías en distintos estados y situaciones: desde la intimidad y en la más absoluta oscuridad de una estrecha galería para unos pocos espectadores, en grupo y para todos, en estado de calma, en pleno ejercicio físico… La pieza tenía momentos de combate y de enfrentamiento, en la que el espectador tenía que ir apartándose si no que quería ser envestido. Se notaba cierta reflexión alrededor de la libertad y la cautividad. La pieza era caóticamente itinerante y mientras iba avanzando, el espectador iba descubriendo a su vez los secretos de los antiguos túneles ferroviarios: la casita del maquinista, los corredores de servicio, etc. Durante toda la pieza se oían los trenes de Waterloo que pasaban sobre nuestras cabezas. Pasado y presente.

Sorprendemente, esta localización no aparece en las guías de los espacios insólitos de Londres, pero sin duda, es de visita obligatoria.

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