Críticas de espectáculos

Cuerdas/ Bárbara Colio/Los Lunes

Desconocidos

Ya lo plantearon los llamados autores del teatro del absurdo. Ionesco, Beckett, entre otros, ya apuntaron la cuestión de la incomunicación entre los seres humanos. Estos autores, mediado el siglo XX, crearon textos donde la muerte y la soledad son temas recurrentes dibujando un individuo aislado aunque pueda estar acompañado, un individuo incapaz de entenderse con los demás.

Ahora, Bárbara Colio nos presenta el texto «Cuerdas» donde plantea una temática similar a la de los «absurdos» sin ser esto teatro del absurdo en sentido estricto. Una familia, metáfora social, ha vivido un pasado disperso y desestructurado. El padre, quizá el promotor de esa dispersión, ha vivido ajeno a todos creando unos individuos que son unos desconocidos entre ellos aunque tengan el vínculo de sangre en común.

La obra describe el viaje que los tres hermanos emprenden juntos para presenciar la última y perversa actuación del padre, afamado funambulista. Los hermanos se dan cita en la sala de embarque de un aeropuerto. Los tres son dispares en su sicología, en su posición social, en la situación económica, en la manera de entender su devenir vital. Los tres se ignoran respectivamente. Los tres solo tienen un recuerdo que los une: un bosque junto a un lago donde su padre caminaba sobre una cuerda tendida entre dos árboles. Incluso la evocación posee matices distintos entre los hermanos que ninguno quiso seguir las enseñanzas del padre para andar sobre una cuerda, quizá metáfora del universo del espectáculo y su precariedad.

Los reproches, la desconfianza y la inseguridad entre ellos provocan un diálogo en el que abundan las elipsis, las frases inacabadas, quizá los sobrentendidos o quizá los malentendidos. Las contradicciones personales terminan por dibujar ese universo absurdo, a veces grotesco, que arrastra al humor y que ciertamente hace reír.

La historia, el viaje de los tres hermanos tiene un desarrollo lineal, si bien fragmentado. De este modo, la puesta en escena constituye una serie de escenas breves –en la cola de embarque, en el avión, en la sala de espera, en un taxi…– a modo de viñetas. No estamos ante lo que podría ser una técnica cinematográfica porque la secuenciación carece de saltos atrás en el tiempo, pero bien se aproxima al estilo documental.

Fefa Noia ha dirigido esta puesta en escena con escasez de elementos pero eficaces. Dos pares de butacas de un avión conforman los diferentes espacios apoyados por un diálogo vivo y sugerente que permite hacer volar la imaginación del espectador.

De nuevo, los actores David Luque y Óscar de la Fuente participan en este espectáculo que constituye la trilogía que la compañía Los Lunes está representando en la sala Cuarta Pared de Madrid. En este montaje, los dos actores están acompañados por Quique Fernández con excelente resultado al igual que sus dos compañeros de quienes hemos hablado en el artículo dedicado a «Ayuda» y que también trabajan en «Wild Wild Wilde»; en este último título interviene también Carlota Ferrer.

La trilogía está presentada como «investiga en los tres casos el constante choque entre el individuo y entorno como punto de partida». Personalmente no he sabido apreciar ese choque entre el individuo y la sociedad salvo en el caso de «Wild Wild Wilde» de José Ramón Fernández. En este texto el literato Óscar Wilde se enfrenta a la incomprensión de la sociedad. Pero ni en «Ayuda» ni en «Cuerdas» las respectivas historias van más allá de la propia e interna narración.

Con todo, la trilogía permite apreciar el estupendo trabajo de David Luque y Óscar de la Fuente que cambian de registro. Asimismo, el trabajo de Silvia de Marta en la escenografía me parece sobresaliente en cuanto que afronta tres espacios con universos distintos que contrastan en la estética pero tienen en común la sugerencia más que el aspecto visual.

En este sentido, la escenografía de «Wild Wild Wilde» destaca la acotación de dentro/ fuera con un muro etéreo que forman las pequeñas columnas luminosas, fantástico. Ese espacio multifuncional (prisión, sala de exposiciones, salón…) siempre está marcado por la dualidad del mundo que rodea, «entorno», y mundo interior, existencia «individual».

Fefa Noia ha realizado un gran trabajo de conjunto con una dirección eficaz en tres propuestas que se apoyan en la palabra y en el trabajo actoral.

Manuel Sesma Sanz

Espectáculo: Cuerdas – Autora: Bárbara Colio – Reparto: David Luque, Óscar de la Fuente y Quique Fernández – Escenografía: Silvia de Marta – Iluminación: Pedro Yagüe – Dirección: Fefa Noia – Producción: Los Lunes – Sala Cuarta Pared de Madrid.

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