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La ‘Elektra’ de Chéreau en el Gran Teatre del Liceu

La última producción que el director Patrice Chéreau hizo antes de su muerte, ‘Elektra’ de Richard Strauss, llega al Gran Teatre del Liceu del 7 al 23 de diciembre. Esta aplaudida versión estrenada en el Festival de Aix-en-Provence en 2013 cuenta con la dirección de reposición de su mano derecha durante sus últimos años de vida, Vincent Huguet, y la dirección musical de Josep Pons, y será la última vez que se represente tal y como la concibió el difunto director.

 

‘Elektra’ está coproducida por el Gran Teatre del Liceu, el Teatro alla Scala de Milán, la Metropolitan Opera House de Nueva York, el Festival de Aix-en-Provence, la Staatsoper Unter den Linden de Berlín y la Finnish National Opera de Helsinki, y contará con el reparto original elegido por Chéreau con las voces de la soprano Evelyn Herlitzius en el rol de Elektra, la mezzosoprano Waltraud Meier como Klytämnestra, la soprano Adrianne Pieczonka en el rol de Chrysothemis, el tenor Thomas Randle en el rol de Aegisth, una de las leyendas de la ópera alemana, el bajo-barítono de 92 años Franz Mazura como preceptor de Orest y la incorporación del bajo-barítono Alan Held en el papel de Orest.

‘Elektra’ es el resultado de la colaboración entre el poeta Hugo von Hofmannsthal y el compositor Richard Strauss, que convirtieron la tragedia de Sófocles en una intensa obra de contrastes musicales. La trama nos sitúa en Micenas (Grecia) en un tiempo indefinido. Elektra y Chrysothemis son las hijas de la reina Klytämnestra, que ha matado a su marido con la complicidad de Aegisth, su amante. Las hijas planean vengarse, pero antes de poder hacerlo llega el tercer hijo, Orest, al que todos creían muerto. Cuando éste se entera de los hechos, asesina a la madre y al amante. Elektra, después de una intensa danza triunfal, cae muerta. ‘Elektra’ es un «tour de force» para todo director, al que Josep Pons se enfrenta después de su trabajo en la Tetralogía. A la intensidad y la densidad de capas de la partitura se le suma la enorme dificultad técnica que supone para los músicos. La partitura de ‘Elektra’ requiere de una gran orquesta, con tres secciones de violines, tres secciones de violas –en dos momentos de la ópera la primera sección de violas cambia de instrumento y se convierte en la cuarta sección de violines– y dos secciones de violoncelos. En total, 87 músicos en el foso bajo la batuta del maestro Pons. En esta ópera el papel de la orquesta es mucho más que un acompañamiento musical dada su importancia y su naturaleza expresiva.

‘Elektra’ se estrenó por vez primera el 25 de enero de 1909 en la Ópera de Dresden, pero no fue hasta 40 años más tarde que llegaría al Gran Teatre del Liceu, el 15 de febrero de 1949. La última representación en Barcelona fue el 3 de marzo de 2008 y se ha podido ver tan solo 36 veces en el Gran Teatre.

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