Velaí! Voici!

Lo cómico y festivo contra la banalidad en la XXXIV MITCF de Cangas do Morrazo

¡Quiero ver algo cómico y festivo!

¡Ah, me parece bien! Ya basta de teatro sesudo y ampuloso.

Algo para pasar el rato, sin complicaciones, algo ligerito.

En el repaso, sintético, que voy a hacer de algunos de los espectáculos programados por María Armesto en la XXXIV Mostra Internacional de Teatro Cómico e Festivo (MITCF) de Cangas do Morrazo, vamos a descubrir que la etiqueta “cómico y festivo” está muy lejos de lo banal e insubstancial y muy cerca de una concepción según la cual el teatro nos eleva y nos hace conscientes y libres desde la distancia inteligente del humor. Lo cómico y festivo como condiciones de lo teatral, celebración y emancipación.

EL RAPTO DE TALÍA. MARÍA SALGUEIRO Y NACIDAS LIBRES (Auditorio de Cangas. 30/06/17)

El viernes 30 de junio de 2017 arrancó la 34 MITCF de Cangas do Morrazo. Por allí andaba la crema del teatro gallego y el Auditorio estaba rebosante. ¡El rapto de Talía!

En el pregón de la actriz María Salgueiro, vecina de Moaña, afloraron recuerdos de infancia relacionados con el teatro, porque a veces el teatro nace con una. Recuerdos con un tono nostálgico y alegre a la vez, fresco y emotivo. La niña que jugaba a ser artista. La felicidad de cantar y bailar y que la gente la mirase y se alegrase. Los veranos y la Mostra de Teatro, donde, desde el comienzo, encontraba a esa otra familia de personas sensibles y alocadas. Interpretar personajes para huir de la fragilidad y de las inseguridades del día a día. Y una dedicatoria final a las espectadoras y espectadores: «A vosotras/os que nos miráis y nos dais sentido». Un pregón en el que abundó el gesto elocuente de llevar la mano al pecho. ¡María Salgueiro y el rapto de Talía!

Y después, esa misma noche, en el mismo escenario, el estreno de Nacidas libres. Una obra de Cándido Pazó, dirigida por Cristina Domínguez Dapena e interpretada por Susana Dans, Casilda Alfaro, Mónica Camaño y Rocío González. Una comedia metateatral en la que se ponen en paralelo el secuestro de cuatro mujeres actrices, que necesitan imperiosamente hacer teatro. El rapto de Talía. Y, en un segundo nivel de ficción, el secuestro de unas monjas de la India en un convento de Compostela. El rapto de Dios.

En el primer caso, el de las cuatro actrices, el secuestro es voluntario y auto infligido por la necesidad de hacer teatro, pero no por eso es menos secuestro.

Una comedia que explora ese robo, la libertad, la clausura, la vocación, la búsqueda de la autorrealización.

La dramaturgia tiene una estructura muy clara, en la que se alternan escenas de las actrices ensayando un espectáculo en proceso que las saque del paro y escenas de la obra que están montando sobre las monjas secuestradas.

Algunas veces se solapan o se simultanéan los dos niveles, sobre todo para romper uno de ellos y hacer avanzar la trama, pero también para establecer contrastes cómicos cuando, por ejemplo, en las escenas de las monjas se tocan debates sobre la fe y la libertad, y, de repente, una de las actrices rompe esa segunda burbuja de ficción para hacer un comentario irónico o directamente una broma o un chiste. Para estos contrastes humorísticos aprovechan, casi siempre, la vis cómica de Susana Dans, que hace de «Madre Superiora» y de actriz en paro.

Todo el elenco está espléndido en la escucha que hay entre ellas, en el tono justo de las réplicas y de los silencios, en la atención de unas, en un plano de ficción, respecto a las otras, en otro plano de ficción.

Además, el dramaturgo le saca partido al hecho de que las monjas secuestradas eran extranjeras. Esta circunstancia le sirve para sumar, en los diálogos, una importante dosis metalingüística, a través de la cual entran los juegos de palabras, la fraseología y, tal cual me comentó el propio Pazó, como dice su amigo, el actor Avelino González: «la dramaturgia de los sinónimos».

Metateatro. Teatro dentro del teatro y, también, sobre el teatro, ya que las actrices reflexionan, en el escenario, sobre cómo hacer una obra que funcione. Más la función metalingüística en la que la palabra, dentro de las réplicas, también reflexiona sobre la palabra y se expone directamente en las ristras de sinónimos, en la búsqueda de la expresión más adecuada y patrimonial.

As do peixe (2013) fue un fenómeno sociológico por muchas razones, teatrales y no teatrales, por ejemplo la recuperación de la memoria histórica más reciente, dando voz a las trabajadoras de las conserveras. Nacidas libres no es un fenómeno sociológico y no se puede comparar, aunque pueda resultar inevitable al tratarse de las mismas actrices, directora y dramaturgo. Eso sí, el rapto de Talía sigue ahí.

 

UNHA ROSA ENTRE AS PERNAS (Camerinos del Auditorio de Cangas. 01/07/17)

Una de las apuestas especiales de esta XXXIV MITCF es la programación de formatos diversos, tanto en duración como en utilización de espacios no convencionales en los que la relación con el público se ve ostensiblemente alterada.

Un caso curioso es el de la dramaturgia que la Cía. Teatro en Punto (TEP) de Gloria Rico realizó con mi obra Unha rosa entre as pernas, situándola en los camerinos del teatro, entre las duchas y el espacio para vestirse y maquillarse. Un aforo muy reducido, inserido en una distancia íntima respecto a los dos actores en juego, Xosé Lois Bernal “Farruco” y Roberto Leal.

Unha rosa entre as pernas es una pieza breve sobre encuentros y desencuentros, en los que el cuerpo dice una cosa y la cabeza otra diferente.

La dramaturgia de Gloria Rico hace de esta obra post-coito una pieza política sin que se note, al mostrarnos a dos hombres fuera de los cánones de la moda, tanto por la edad como por el físico, justo en ese momento en el que acaban de tener sexo y no saben bien cómo seguir o que decirse. El estilo escogido es casi hiperrealista, con una cuarta pared dentro de la que se incluye al público. La experiencia resulta muy singular y concita una mezcla extraña de emociones en la recepción.

AGARES QUE BULIGAN GOZANDO AO SOL DUNHA HABANEIRA QUE NON É (Capela do Hospital. 01/07/17)

Inherente Teatro nos brinda otra experiencia singular, no convencional. Un collage que estiliza la iconografía popular vinculada a la mujer y al mar dentro de una propuesta de Site-specific. Una pieza performativa posdramática, sobre la mujer y el mar, que emerge directamente del agua y transita por el arenal de Cangas para entrar en la Capela do Hospital.

El título, Agares que buligan gozando ao sol dunha Habaneira que non é, resume, como título, el estilo híbrido en el que juegan: salir del mar, el nacimiento de Venus, con unas vieiras en los pechos y una explosión de purpurina. La parodia de los youtuber emitiendo, en streaming, un programa de cocina de sushi con los detritos que los turistas dejan en el mar. Las canciones marineras. La situación de precariedad de las trabajadoras del mar… Performance en la que ningún juego es gratuito.

BRAVO RÍO BRAVO (Auditorio de Cangas. 01/07/17)

La noche del sábado 1 de julio, lloré de risa en Cangas, y dice la tradición: “A llorar a Cangas”, porque se ve que era tierra de plañideras profesionales para sepelios. Pero, en este caso, el dicho se ha invertido y divertido, porque a Cangas hemos ido a llorar con la risa. Lloré con el juguete teatral Río Bravo de Chévere, que acaba con muertes y risas.

Una pieza que parodia el western clásico norteamericano, haciéndolo nuestro al máximo.
Aquello del «far west» o «el lejano oeste», como me comentaba al salir de la función el colega Roi Vidal Ponte, en manos de los Chévere, demuestra estar muy cerca de nosotros, de nuestras tabernas y del rural gallego, gracias a la retranca, a la malicia y a las actitudes que se gastan los actores y la actriz, sobre todo el Chérif jugado por Miguel de Lira.

Y no sólo es la malicia entrañable y las actitudes, también hay una manera especial, muy reconocible y muy nuestra, de escuchar, de mirar. Desde ahí, Patricia de Lorenzo, Miguel de Lira, Xron, Manuel Cortés y Marcos Ptt Carballido, hacen que aquel «far west» mítico de las películas, de las novelas y del cómic, resulte muy gallego.
En este sentido, también me comentaba Vidal Ponte, que no es gratuito que Galicia esté en el oeste de Europa.

Río Bravo de Chévere también viene siendo un mito de la historia del teatro gallego que yo veo, ahora, por primera vez, en esta reposición realizada para celebrar los 30 años del grupo.

Un espectáculo de números musicales y cómicos mayoritariamente, en el que se echa mano de todo el repertorio de clichés más reconocibles del género del western para, de alguna manera, distanciarlos lúdicamente mediante la parodia.

El show consigue una alta participación del público ya que está, todo el tiempo, jugando con nuestra recepción a través de sugerencias que nos estimulan a imaginar aquello que se evoca mediante onomatopeyas sonoras (chirriar de puertas, escupitajos, disparos, puñetazos, galopar…), objetos que actúan entre la metáfora y la sinécdoque (los listones del respaldo de una silla puesta encima del actor nos hace ver las rejas de una cárcel; una barrica, una silla y un fuelle, junto a la acción de los actores, nos hace ver una locomotora y el tren…) y acciones que transforman el espacio escénico en un espacio ficcional echando mano de nuestra imaginación.

Se trata, en consecuencia, de un ejercicio de teatro gimnástico en el que, cuanto más se estimula nuestra imaginación, más se estimula también nuestro diafragma, y la risa acaba por hacernos llorar.

¡Ah! Y que no se me olvide: ¡He aquí un western feminista! Pues no tiene un héroe sino una heroína, que vamos a descubrir a medida que la fábula se desarrolla y llega a su fin trágico al revés, ya que allí no queda títere con cabeza y muere hasta el apuntador, si lo hubiese. Solo se salva la heroína del cuento, en una especie de justicia poética (teatral) respecto a todos esos productos del género western en los que triunfaba la testosterona.

¡Ah! ¡Y que no se me olvide tampoco! Qué delicia de banda sonora, con partitura compuesta por Fran Pérez Narf y letras de Pepe Sendón. La música, interpretada por Xacobe Martínez Antelo, Max Gómez e Manuel Cebrián, es estupenda en los números cantados, pero también lo es cuando acompaña escenas de acción que no son cantadas o como música incidental afilando los efectos y colaborando en los juegos teatrales. En este sentido, también hay que hablar de la acción musical integrada con las demás acciones escénicas, tal cual una acción teatral.

LA RISA AMARGA DE LA EXTINTA POÉTICA (Auditorio de Cangas. 02/07/17)

La Cía. Nueve de Nueve, dirigida por Paco de La Zaranda, con texto de Eusebio Calonge e interpretación de Carmen Barrantes, Laura Gómez-Lacueva, Ingrid Magrinyà y Rafael Ponce, nos saca una risa amarga, porque la comedia es bárbara, por veces grotesca y cruel.

Una familia poli medicada, mostrándonos sus miserias risibles, a través de escenas fuertes en las que se «zarandean» temas como la eutanasia, el suicidio, la discapacidad, la familia como nido de patologías, el matrimonio como un yugo de ir aguantándose…

La estética de clínica psiquiátrica de pesadilla y los diálogos que no se hacen, casi nunca, mirándose cara a cara, sino frontalmente, junto a los movimientos rígidos, como de zombis, por veces parecen dibujar una sociedad distópica del futuro. 

«Todos aguantando la vida con pastillas.»

Sin embargo, contra las reflexiones más existenciales, siempre hay una broma loca, o una secuencia en la que la imagen se vuelve onírica y hermosa: la hija menor, discapacitada, colgada de un andador, lanzándose por el aire y girando, vestida con el traje de novia de su hermana, como si fuese una musa modernista. O cuando juegan con el larguísimo velo de la novia o con la gigantesca tela estampada de flores con la que van a hacer el vestido de la madre para la boda frustrada de la hija mayor…

Poesía de los desgraciados, la mueca de los desesperados… Una pieza que asume el riesgo de entrar en esas zonas negras y de buscarles la vuelta de tuerca del humor, la salida.

Una risa un poco compungida.

NON É PAÍS PARA CONAS (Salasón. 04/07/17)

Non é país para conas según Enconarte Producións y Diana López Varela.

Después del espectacular I TORNEO DE DRAMATURXIA DE GALIZA, en Salasón de Cangas, comprobamos que si Spain no, la Península del Morrazo, sí que es país para coños, porque la adhesión empática con las actrices fue total.

Non é país para conas es una comedia ligera de aspecto conversacional, en la que la risa viene dada por los contrastes cómicos en las posiciones respecto a las relaciones sexuales de las tres mujeres, que esperan a ser atendidas por el ginecólogo de la Seguridad Social. La comedia viene dada por esos contrastes y por el hecho de hablar de las relaciones íntimas, de mujeres heterosexuales, de manera descarada y divertida, sacándole punta a todo aquello que puede tener que ver con el coño y con los hombres.

Además, la pieza, tiene un punto de giro, hacia el final, que propicia una anagnórisis sorprendente, para mearse de risa.

La otra baza con la que juegan es con la vis cómica de Deborah Vukusic, Rocío Romero y Arantxa Treus. Tres actrices que saben escucharse y reaccionar con agilidad en el tono justo y que dominan el artificio de llegar a clímax que rayan en lo grotesco sin que chirríe, sin sobreactuaciones. También son capaces de refrescar los clichés con los que juegan.

El resultado es una comedia ligera, entretenida y, por supuesto, para partirse de risa.

A GALIÑA AZUL DE TANXARINA TÍTERES (Auditorio de Cangas. 05/07/17)

Tanxarina es la compañía decana de los títeres en Galicia y en esta XXXIV MITCF estrenaba una versión del cuento A galiña azul de Carlos Casares, con dramaturgia y supervisión escénica de Cándido Pazó y actuación de Miguel Borines Fernández, Andrés Giráldez Río y Tatán R. Cunha.

Una farsa para títeres y actores, según anunció al comienzo del espectáculo el propio Pazó, al hacer de «programa de mano viviente», tal cual él mismo se autocalificó.

La pieza es una delicia por los muñecos construidos en madera y con elementos incorporados del mundo de la cocina: trozos de tenedores de madera para hacer las alas de las gallinas, compuestas por morteros; cazuelitas para hacer los cascos de los dos policías municipales; una sartén invertida para hacer el reloj del Ayuntamiento; un embudo de metal de una cafetera para hacer el sombrero de Lucho el loco inventor, que es a quien se le ocurre la idea de pintar a todas las gallinas de azul para que no sea expulsada del pueblo la gallina diferente, de color azul, que tiene Lorenzo.

Todos estos detalles, en la construcción de los muñecos, que nos remiten a la cocina, así como el empleo de maderas, ofrecen una textura acogedora.

La obra también es una delicia por los juegos sencillos y eficaces con los que tejen la historia de Lorenzo y su gallina azul, contra la autoridad representada por el alcalde Manolito Listón, que es el único personaje que es interpretado directamente por un actor, Tatán R. Cunha, tocado con una gigantesca corbata roja que le llega hasta los pies, una peluca que nos recuerda al peinado de Donald Trump, y una gesticulación estereotípica de político.

Por un lado está, por tanto, Lorenzo y su gallina azul, diferente a todas las demás gallinas por el color y por el canto, junto a Lucho el loco inventor, y en el bando opuesto el alcalde Manolito Listón, que busca reprimir al diferente, y la pareja de policías municipales a su servicio. Por el medio andan las otras gallinas, el perro, amigo del policía con menos convicción de autoridad, y dos vecinos del pueblo que nos comentan sucesos acaecidos de la historia, que no son representados en la pieza sino referidos.

El espectáculo también es una delicia por los números musicales, compuestos por Francisco Martínez Barreiro, que se intercalan otorgándole una variedad a los estímulos en juego y que introducen un tono festivo.

El elenco actúa de una manera muy afinada. Se les nota que tienen muchas tablas y que llevan tiempo trabajando entre ellos y conocen el registro de cada uno. No hay sensación de dificultad en la ventriloquía ni en la manipulación de los títeres y de los objetos. No hay aparatosidad en los cambios escenográficos ni en la entrada y salida de marionetas y actores. No hay entonaciones del texto fuera de lugar. Todo funciona como una máquina armoniosa.

Y claro, el público, de todas las edades, aplaudió con ganas después del divertido tema «Para gustos están as cooo… cocorocó… cocorocores!», en el que se aglutina un canto a la diversidad y el juego con el cacareo de las gallinas.

ENCORE UNE HEURE SI COURTE de Théâtre du Mouvement & La Mecànica (Auditorio de Cangas. 06/07/17)

La acumulación de papeles y formas cuadrangulares atesta el escenario, en lo que podría ser una metáfora, fácil de captar, respecto a la vida burocratizada que nos envuelve.
En esa apoteosis de papeles y cubículos, pasarelas y torres, solo nos queda saber mantener el equilibrio.

Pau Bachero, Albert Mèlich y Alejandro Navarro transitan por los límites del equilibrio, valiéndose de acrobacias y números que están entre el mimo y la danza. Juegos geométricos en las relaciones de los cuerpos con los dispositivos escénicos. Dispositivos cúbicos, abiertos por una cara y practicables, dentro de los que se meten los actores y con los que prueban distintos tipos de habitación y traslado, para llegar siempre a posiciones y situaciones insólitas de rentabilidad cómica.

La construcción dinámica del espacio, creando torres, puentes, mesas de despachos… forma parte de la coreografía en la que actores y objetos interactúan explorando distintos tipos de tensión, desde espacios y situaciones absurdos o circenses, hasta espacios o situaciones que semejan evocar lugares más concretos, como puede ser la oficina en la que los papeles se multiplican pletóricamente.

De manera complementaria, los juegos vocales también se tejen de forma geométrica y musical, entre el gromeló, la performance vocal, el diálogo roto, y la canción de melodía desvanecida.

Los números cómicos se suceden sin buscar efectos fáciles o tremendamente hilarantes. No. La comicidad está presente todo el tiempo, pero se trata de una comicidad sutil, derivada de un juego que no renuncia a esa mezcla entre lo figurativo y reconocible y lo abstracto y geométrico.

Aún así, resultan fáciles de recordar números como el de las chaquetas anudadas y los dos actores que se encajan en ellas, uno haciendo de sombra del otro y sorprendiéndolo con las dobles extremidades (dos manos en cada brazo de la chaqueta y un total de veinte dedos en las manos), o el número de la coreografía de los tres ejecutivos, con lotes de papeles, bailando, en el proscenio, hacia el público, una pieza absurda cantada a trío, y en la que, a medida que se va haciendo compleja, habrá uno que comenzará a perder el paso cómicamente.

Encore une heure si courte, dirigida por Claire Heggen, nos trae una pieza de teatro físico en la que prima la sutileza de los trazos y la elegancia del movimiento.

LA CONDESA DE PARDO BAZÁN (Auditorio de Cangas. 07/07/17)

Una condesa simpática, inteligente, sagaz, tierna, bella… en la interpretación portentosa de Pilar Gómez, en Emilia. Una producción de Teatro del Barrio (Madrid), con autoría de Noelia Adánez y dirección de Anna Rodríguez.

Ante nosotras/os la escritora que se autonombra «escritor» y que dice que no existe literatura femenina ni masculina. Bien, ante nosotras/os la actriz Pilar Gómez, ante los miembros de la Real Academia de La Lengua Española, Emilia, la Condesa de Pardo Bazán, encarándose a los académicos y cantándoles las cuarenta.

Emilia es una pieza llena de consignas feministas, humanistas, una defensa de la justicia y de la igualdad y la actriz consigue que no se convierta en una pieza didáctica, aleccionadora o panfletaria. Lo consigue dotando de un carácter pleno de sutilezas al personaje que interpreta. Lo consigue haciendo que la expresión de su cara, de sus ojos, de su cuerpo entero, su actitud, cambien según a quien le esté dirigiendo la palabra, ya sea a su querido Benito Pérez Galdós, ya sea a su enemigo Leopoldo Alas Clarín, solo por citar los dos ejemplos más antagónicos entre los interlocutores invisibles a los que Emilia interpela con sus palabras.

La actriz Pilar Gómez es como una especie de membrana sensible que vibra de diferentes y sutiles maneras, según a quien se dirija. Esto nos permite componer no solo el carácter y la egregia figura de la escritora, comprometida con su tiempo y con el arte literario, sino que, además, también nos permite componer el perfil de muchos de los personajes históricos que la rodeaban.

El final del espectáculo, ofrece un contraste magistral para el cierre: Emilia abre sus piernas e invita a su «Miquiño» (Benito) a que ponga allí su cabeza hasta llegar al orgasmo. Después la actriz se desnuda del personaje, quitando las ropas de época y colocándolas en el sillón noble en el que se sentaba. Entonces nos explica el final de la historia de vida de la Condesa y de cómo consiguió que el Ayuntamiento de Madrid le pusiese una escultura a Benito, ella que tanto se lo había prometido a su amigo y amante, que sabía apreciarla como mujer y como escritor(a).

¡El público de Cangas hizo salir cuatro veces a saludar a la actriz!

TEATRO INSTRUCTIVO (Auditorio de Cangas. 08/07/17)

No es fácil acudir al teatro y que encima del escenario se produzca una especie de documental ficcionado que nos recuerda e instruye sobre capítulos importantes de nuestro pasado. La Sección de la Cía. A Tiro Hecho de València, interpretada por Jessica Belda, Manuela Rodríguez y Natalia Pinot, con autoría de Ruth Sánchez González y Jessica Belda y dirección de Carla Chillida es un espectáculo teatral instructivo en el que se hace una sintética pero, a la vez, completa revisión de la historia del Estado español, desde la Dictadura franquista hasta nuestros días, poniendo en foco el papel de las mujeres, en especial las de La Sección Femenina de La Falange, pero también aparecen otras mujeres, anarquistas o de izquierdas, referidas o interpretadas.

La dramaturgia escénica utiliza la proyección de banda diseñada en blanco y negro, fotografías y trozos de documentales filmados en la época, también de canciones cantadas en directo y de números danzados, desde el contrapunto cómico de las danzas folclóricas regionales alentadas por el franquismo, hasta coreografías contemporáneas que oxigenan el discurso.

La Sección nos redescubre esa trama tejida en el franquismo que llega hasta hoy en la figura de los dos reyes de España, el jubilado, Juan Carlos y, en consecuencia, su sucesor, por tratarse de una monarquía católica puesta ahí por el dictador Franco.

El espectáculo La Sección ofrece datos históricos concluyentes a este respecto, recoge declaraciones del Dictador, del rey Juan Carlos y de personalidades afines, a través de las que podemos tomar conciencia de lo bien atado que quedó todo. También nos muestran fotografías de diferentes actos y momentos de júbilo entre el Dictador y el rey Juan Carlos. De esas imágenes que no suelen aparecer porque no conviene que aparezcan.

La Sección clausuró la XXXIV MOSTRA INTERNACIONAL DE TEATRO CÓMICO E FESTIVO de Cangas, una pieza en la que lo político aparece explícito y sin complejos. En esta clausura de la MITCF, además, se concedieron tres premios importantes: el “Premio Xiria ao Labor Teatral” a Cándido Pazó, por su carrera como dramaturgo y director teatral; el “Premio Mulleres en Acción” a Antía Cal, pionera en la renovación pedagógica en Galicia, en el ámbito de la igualdad de género y de la escolarización en lengua gallega en tiempos difíciles; el “Premio del I Torneo de Dramaturxia de Galiza” para AveLina Pérez.

Tanto la sesión de clausura de la MITCF, con la concesión de esos tres premios y la programación del espectáculo La Sección, así como las actividades y propuestas escénicas antes descritas, nos muestran una voluntad de compromiso cívico e histórico que, desde mi punto de vista, implica una concepción del teatro, incluso bajo la etiqueta de lo «cómico y festivo», que va mucho más allá del entretenimiento vacuo.

Hay que darle las gracias y la enhorabuena a la Asociación Xiria y a la organización de la MITCF, a Casilda Alfaro, Che Mariño, Salvador del Río y a la directora artística María Armesto, que elaboró una programación que conectó con el público día tras día y noche tras noche. Una programación de espectáculos que tuvieron éxito y que, al mismo tiempo, formularon, de diferentes modos, desafíos diversos a la recepción. Ésta, sin duda, ha sido una muy buena edición de la MITCF.

Afonso Becerra de Becerreá.

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