Críticas de espectáculos

Tomorrow´s Parties/Forced Entertainment/XXXII FESTIVAL DE OTOÑO A PRIMAVERA

Las fiestas del mañana

 

Tras Quizoloa!, las gentes de Forced Entertainment visitan el Festival por segunda vez tras 2010 con este su Tomorrow´s Parties (Las fiestas del mañana) que se ha representado en el teatro de la Abadía. Se trata de una función aparentemente muy sencilla: dos actores de diferente sexo de los seis que forman la compañía y cuyos nombres no concreta el programa (son Forced Entertainment, así, en general) aparecen por el fondo del escenario, se suben a un minúsculo estrado que deja el sitio justo para los dos y pausadamente, sin prisas, se dirigen al espectador.

Como en un espectáculo de feria pobretón, dos guirnaldas de luces de colores que llegan hasta el suelo desde un palo adornan, lo que es mucho decir, el estrado por cada lado. Ambos actores nos hablan del futuro y de lo que va a ser en un perfecto inglés: claro, conciso y comprensible. Tras ellos, una pantalla plasma lo que dicen en unas buenas letras que, al contrario de lo que suele ocurrir, incluso son legibles. De modo que la comprensión es total. No se miran entre ellos más que de reojo, nos miran a nosotros en cuanto quieren que les sigamos, que comprendamos bien… y que pensemos. Ya lo dice Tim Etchells, su director, en el vídeo promocional: aquí se habla de ideas y no de caracteres. De modo que, una vez comprendido de qué va, aguzamos nuestros sentidos para no perder ni palabra – hasta los gestos están medidos – y adentrarnos en lo que nos espera.

«En el futuro, ya no habrá naciones, sino un solo gobierno universal» dice Él, más bien ilusionado, a lo que Ella replica, pesimista: «O… puede que volvamos a un sistema feudal». Y añade la mujer: «O… no habrá ningún hombre en el futuro, sólo mujeres. Existirá un gran banco de esperma y los hombres no serán necesarios para nada». Réplica y contrarréplica van modulando las intervenciones de los dos. «O… en el futuro – dice Él – los gobiernos tendrán que ser cada vez más fuertes para controlar a la población». «O… – dice Ella, un tanto entusiasmada – habrá revoluciones. Los ejecutivos de los bancos y los responsables corporativos serán ejecutados en la calle. La gente ocupará los edificios, se hará con lo que quiera, destrozará los ordenadores de la administración y tirará los papeles a la calle por las ventanas de las oficinas. Será una gran parada como pasó con Kennedy». Y así van surgiendo los temas: la esclavitud voluntaria, el repudio de médicos y hospitales, el suicidio como forma ordinaria de morir, el tiempo de una vida reducido a una hora… O los niños, tan escasos que estarán escondidos o – rizando el rizo, dice Ella – tan sólo servirán para trasplantes… A lo que Él le responde, resignado, aportando la gran verdad: «Las cosas serán prácticamente como ahora, puede que cambien algo, pero serán lo mismo».

Y es que cualquier esfuerzo es baldío: el futuro será como el presente, como éste ha nacido del pasado. Cambiarán sin duda las circunstancias, pero no la naturaleza humana. No cabe duda de que los intérpretes le echan imaginación y una vez encontrado un tema lo llevan hasta sus últimas consecuencias. Pero ni aun así nos consiguen impresionar. Podremos sonreír, epatarnos tal vez, pero, tras dos guerras mundiales, la bomba o la situación de crisis actual, no conseguirán estremecernos. Los actores lo saben y ahí reside su mérito porque, entre tanta predicción distópica, siempre nos están hablando del presente. De ahí su aire flemático y tristón, como sobrepasado por los hechos y enclavado en el tiempo. Y cuando no tristón, cargado de ironía como para indicar que no nos lo creemos, que estamos rodando en el vacío. Sólo en algunos casos algo nos parece entusiasmar, la revolución por ejemplo y pasar a cuchillo al prepotente. Pero nos dura poco la alegría, suele ser al revés y por muy enardecidos que estemos no solemos perder el realismo.

Lo que es impresionante de Forced Entertainment es su manera de actuar, con una precisión y armonía en sus movimientos y sus gestos que no son, a veces, perceptibles. Pero están ahí, con ese conchabeo de una mano que se gira hacia el interlocutor, con esa sonrisa de ironía, casi apenas marcada, que la actriz acomoda para hablar de los hombres o esa manera un tanto chulesca de encogerse de hombros que pone Él… Lo que unido a la excelencia de su elocución los convierte en personajes tan seguros de sí que parecen salidos de un film de animación.Llevan trabajando juntos desde 1984 bajo la dirección de Tim Etchells, un nombre de importancia no sólo en el teatro sino en el arte, la fotografía, la performance y el vídeo. Los otros cinco intérpretes –Robin Arthur, Richard Lowdon, Claire Marshall, Cathy Naden y Terry O´Connor – se suelen ocultar bajo el nombre de la compañía aunque el orden alfabético les juegue una mala pasada al poner a los machos por delante, incluyendo a Tim Etchells, dejando a las mujeres relegadas.

David Ladra

Título: Tomorrow´s Parties (Las fiestas del mañana) – Compañía: Forced Entertainment (Robin Arthur, Tim Etchells (director artístico), Richard Lowdon (diseñador), Claire Marshall, Cathy Naden y Terry O´Connor – País: Reino Unido – Idioma: inglés (con sobretítulos en español) – Duración aproximada: 1 hora y 20 minutos (sin intermedio) – Año de producción: 2011 – Intérpretes: Forced Entertainment – Dirección: Tim Etchells – Diseño: Richard Lowdon – Diseño de Iluminación: Francis Stevenson – Producción: Ray Rennie y Jim Harrison – Teatro de la Abadía, sala San Juan de la Cruz, 19/20/21 de febrero

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