Diario de Unga Klara

Acercamientos progresivos

Semana 2

 

Comenzaré por el final. El sábado teníamos sesión de «discodans». Después de superar mis prejuicios, que son muchos (es lo que tiene ser de Rentería, y adolescente en los 80), me lanzo a la piscina… El agua resulta estar más templada de lo que yo pensaba y el día nos sorprende a todos. Gratamente. Cómo crear jugando a través del baile y la imaginación. Una especie de método Chejov aplicado al movimiento. Tan sugestivo como agotador. Sudor sonriente. Para apuntar.

Lo del viernes ha sido más monótono. ¡Seis horas! dándole a los bongos africanos. Se dice fácil, ¡seis! Eso sí, está vez me puse tapones y la cosa fue mejor. Es interesante comprobar cómo vamos poco a poco haciéndonos con un ritmo común. Usaremos este trabajo en la puesta en escena. Suzanne quiere que juguemos con todos los elementos escenográficos. Al final nuestros ojos delataban nuestro agotamiento. Trabajamos duro e intenso y el progreso se nota. Por lo menos eso nos dicen los compañeros que desde la oficina bajan a la sala para vernos, mejor dicho, para oírnos.

Hablando de escenografía, dos nombres a anotar.:Paula Rego y Alice Neel. Su forma de plasmar en su trabajo el entorno familiar, muy alejado del habitual matiz bucólico y agradable, es una de las fuentes de las que nos nutriremos.

El jueves lo dedicamos a un trabajo mas intelectual. La primera parte del día volvimos a leer el texto, cambiándonos los roles y después de comer asistimos a la representación de lo que prodríamos llamar precuela de nuestro trabajo. Una pieza corta de 30 minutos que trata sobre el encuentro entre un psicoanalista incapaz de resolver el caso de una niña con tendencias suicidas y una colega más experimentada, una especie de mentora que le ayudará a redefinir el caso. Este trabajo se presenta a terapeutas relacionados con el mundo de la educación. Tras el espectáculo nos reunimos en grupos para charlar sobre lo sucedido. Más tarde asistimos a una pequeña conferencia por parte de la autora del texto, que además de dramaturga ha sido psicoanalista. Mi cerebro, después de seis horas traduciendo sueco, finaliza agotado. Me siento en el Tunnelbana (el metro) y observo la nieve, que desde hace unas semanas lo cubre todo.

El miércoles.

Fué el primer día de la semana. Juegos. Primeras improvisaciones sobre el espacio y situaciones que plantea el texto. Este, creo yo, es el comienzo del proceso de investigación que va a dar forma a la puesta en escena. Rápido, todo muy rápido, para evitar que la intelectualización se lleve por delante los «primeros impulsos». Esos que dan vertigo y nos hace sentirnos perdidos, torpes. Y sin los cuales difícilmente se logra llegar a hacer buen teatro.

Una nota. Los actores somos una curiosa mezcla. Por un lado estamos cuatro actores «profesionales» y por el otro los nueve actores que este año finalizan sus estudios en el Teaterhögskolan ( Escuela de arte dramático) de Estocolmo, y para los cuales esta es su «práctica». Esto hace que nuestra experiencie se nutra de su energía y viceversa.

De todo este proceso Suzanne es testigo. A veces pasivo, sentada tomando notas. A veces activo jugando con nosotros, con una capacidad para entrar y salir del grupo sorprendente. Siempre con una sonrisa en los ojos. Seguiremos esta dinámica durante la semana que viene, y luego descansaremos tres semanas antes de continuar el proceso. Estas tres primeras semanas son un intenso proceso de workshops sobre diversas disciplinas siempre vinculados al proyecto.

Me suena a algo conocido.

Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba