¿De qué sexo es la palabra?

Capitalismo emocional

Los tiempos imponen sus conductas, reglas, paradigmas, sistemas éticos.

Que sí, que no, adentro y afuera del ring. Lo privado y lo público como insumos constantes para el mercado ávido, demoledor de ilusiones y verdades. ¿qué construye el capitalismo? O, ¿de qué se alimenta el capitalismo con el hambre voraz que lo caracteriza?

El dinero ya no alcanza, hipotecar los bienes, las profesiones, la educación, no son suficientes, o languidecen, el bicho muta, se recicla, se ambienta. Las personas cambian lealtad por unas monedas.Toma , tira y da sobre las nuevas generaciones, ¿qué es la pureza? Ese es un buen lugar para comer, para desayunar, almozar y cenar. Los ultimos puros que vayan quedando en el planeta tierra, ¿dónde podrán estar?Vayamos por ellos. A dar vuelta el planeta hasta encontrarlos. No hay nada oculto, es al revés. La honestidad da la cara y produce a puertas abiertas.

El capitalismo va por las emociones, por los estados puros, no intento hacer un relato de ciencia ficción o de fantasía desmedida sobre las formas depredadoras que agreden al ser humano. Están a la vista. Sólo se trata de tomar distancia, tomarse un café y observar.

No hay riesgo, ni cliché ni peligro.

Me ordena el concepto definirlo así: capitalismo emocional. Lo intangible. Cuando la delincuencia ideológica queda al descubierto es porque ya están usando otras estrategias, ¿de qué deberíamos cuidarnos en estos momentos? ¿De gastar de más? No, ya no.

Entonces…

Sin intenciones de volver a los 60, ni al proyecto comunitario, ni al rechazo absoluto al sistema. No nos queda más reducto que un grupo de gente creando un espacio mínimo y austero para ser feliz. No se trata de repudiar, olvidar, o negar. Tampoco de enojarse, acusar y violentar lo que existe y las herencias a las que estamos condenados a reproducir. El otro es importante si uno lo decide. Nadie ni nada son importantes porque decidan serlo en soledad. Somos los otros quienes decidimos y elegimos quién, qué, cómo es importante y necesario. Los mecanismos y procedimientos que tenemos actualmente son variados, no siempre los usamos bien, ese es otro cantar.

Ese espacio ficcional y real a la vez, dará batalla, y de las buenas.

En eso estoy. En esa esperanza futurista, con pocas conexiones a las prácticas actuales, dejándome llevar por la idea, el deseo, la ilusión, cuántas cosas me quedan aún. Soy rica y no pago impuestos por mis sentimientos. Que no se enteren los estúpidos.

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