Críticas de espectáculos

María Moliner/Antoni Parera Fons/Paco Azorín

Exiliada en las palabras

El 19 de diciembre de 2016 se cumplirán 50 años de la primera publicación del Diccionario de uso del español realizado durante 15 años por la lexicógrafa María Moliner (1900 – 1981), encerrada en un exilio interior, en su casa, tras la victoria franquista en la Guerra civil.

Su Diccionario, la obra inmensa que nos ha legado, se ha convertido hoy en dia en un recurso imprescindible y en el compañero inseparable de los que estudian el español en todo el mundo.

Consagro su vida, trabajando 8 horas diariamente, a la elaboración de su Diccionario. María Moliner le dedico a su familia ‘A mi marido y a nuestros hijos les dedico esta obra terminada en restitución de la atención que por ella les he robado».

Desde hace unos años Paco Azorín tenía el proyecto de creación de una obra lírica sobre la figura de María Moliner.

Su proyecto fue acogido con entusiasmo por Paolo Pinamonti, ex – director del Teatro de la Zarzuela, que encargo la escritura de la partitura de la opera al compositor Antoni Parera Fons y del libreto a Lucia Vilanova, programando en la temporada 2015 / 2016 el estreno mundial de María Moliner.

La obra, el homenaje a la figura excepcional de María Moliner y a su aportamiento inestimable a la cultura española, que no fueron reconocidos en su justa medida durante su vida, ignorados por la Real Academia que rechazo su admisión en su institución en 1972, es al mismo tiempo un evento musical como ópera española contemporánea. Es a la vez un reto artístico y un desafío a la política cultural indigna que desprecia, ignora y cada vez más empobrece la cultura y la creación artística.

María Moliner pertenece al grupo de las pioneras universitarias, mujeres independientes, que a principios del siglo XX se realizaron en su vida personal y profesional. Era una persona comprometida con la cultura y la realidad social de su época.

Licenciada en Filosofía y Letras, convencida que la cultura y en particular la lectura, son los instrumentos de la transformación social y política, durante la Republica colaboro con la Escuela Cassio, inspirada en la Institución Libre de Enseñanza y con las Misiones Pedagógicas, creando 105 bibliotecas rurales.

María Moliner escribió los libros Instrucciones para el servicio de pequeñas bibliotecas, La lectura pública en España y El plan de bibliotecas, que fueron la base de la política de la educación.

Al término de la Guerra civil sufrio represarías políticas, a su marido, Fernando, le suspendieron de empleo y sueldo.

Para los dos, así aislados, empiezo la larga travesía del desierto cultural del franquismo que solo alumbrara la pasión de María por las palabras.

A partir de 1975 su enfermedad, la arteriosclerosis cerebral, le impedirá continuar su obra y le sumergirá en el olvido de todas las palabras que ella mismo ha definido.

María Moliner, concebida como opera documental en 2 actos y 10 escenas, está basada en la segunda parte de la vida de la lexicógrafa, a partir de 1951 cuando decide dedicarse al trabajo gigantesco del Diccionario hasta el comienzo de su enfermedad.

En la trama dramatúrgica los episodios elegidos de la vida de María Moliner no siguen el orden cronológico, la gran parte de ellos la muestran en su vida cotidiana, encerrada en su casa, concentrada en su trabajo.

En este mundo interior interrumpen en algunas escenas, diferentes personajes reales de diversos ámbitos de la sociedad de la época, como por ejemplo, el linotipista de Gredos que maqueto todo el Diccionario, una inspectora del SEU, el Sillón B de la RAE, Emilia Pardo Bazan, Isidra de Guzman y de la Cerda, Gertrudis Gomez de Avellanada, candidatas a la Academia. Se proyectan también las palabras de Gabriel Garcia Marquez quien hizo una de las defensas más entusiastas del trabajo de María Moliner y las citaciones del libro de Pilar Primo de Rivera Guía de la buena esposa.

A través de estas intervenciones y encuentros se revelan las relaciones de María con el mundo exterior, despreciada por los Académicos, vigilada, perturbada por la policía franquista, sospechosa de actividades ilegales y de pertenecer a los «Rojos».

Tres personajes, Almanaque, sitúan las escenas, apuntando las fechas y lugares de la acción, desde diferentes sitios del teatro : el primer plano del escenario, la sala, los palcos.

El coro que tiene un papel importante, también interviene en algunas situaciones desde la sala. Paco Azorín rompe de este modo el espacio a la italiana y nos acerca a la historia contada.

Los momentos destacados de la vida de María son : 16 de julio 1951, 13 de diciembre 1955, 4 de octubre 1957, 23 de abril 1963, 27 de abril 1972, 20 de julio 1965, 23 de agosto 1968, 19 de marzo 1971, 10 de noviembre 1972, 8 de septiembre 1977.

La fecha de la publicación del Diccionario (19/12/1966) es un punto de referencia temporal en el espectáculo.

Hay una adecuación total entre la ópera y la definición de la palabra por María Moliner : «un conjunto de letras y sonidos que forman la menor unidad del lenguaje con significativo».

De hecho las palabras son las protagonistas de primer plano en la obra, unas proyectadas al fondo del escenario, como : destino, exilio, silencio, palabras claves de la vida de María.

La música de Antoni Parera Fons evocadora, juega con los contrastes, colores, emociones, crea los ambientes.

Antoni Parera Fons utiliza diferentes técnicas, se inspira en el posimpresionismo, particularmente en las partes del piano, que evocan de vez en cuando a Debussy, recurre a leitmotivs, reminiscencias musicales de la época, fusionando la música atonal con los recitativos secos, con el lirismo dramático de unas arias. El sonido mecánico repetitivo, de la máquina de escribir, compañera permanente de María, como un instrumento más, se inscribe en la música.

En la escenografía de Paco Azorín se interfieren dos planos, el onírico » en el que reinan los conceptos, las definiciones y las ideas» y el real, con escenas representadas y sobre una pantalla las proyecciones de fotos desconocidas de la filóloga, algunas de sus documentos

Su dispositivo escénico, escultural, «evoca la Torre de Babel, esta mítica construcción de la historia antigua en la que el lenguaje tuvo un significado tan determinante. «

Esta «Torre de Babel » está compuesta por dos grandes y altas escaleras semi-circulares, móviles, que se cruzan, se deslizan por los dos lados, conformando y modulando los espacios diferentes. Otras dos escaleras intervienen en unas escenas : una con el Sillón B y diccionarios de la Academia y el de Moliner, la otra al fondo.

El piano y la gran mesa con ruedas, en la cual María Moliner trabaja con su máquina de escribir, son los elementos móviles que los cantantes desplazan en algunas secuencias.

En la escena del jardín Fernando está sentado en una mecedora y Mari en el columpio.

Los vestuarios son de los años 1950. Los de María evolucionan, marcando el paso del tiempo, desde los vestidos elegantes hasta en el último periodo un vestido y una chaqueta un poco gastados y en el final solo el camisón.

Las mujeres que dicen el texto de Pilar Primo de Rivera sobre el papel de la mujer en la sociedad y la familia, inferior al hombre y sometida a su marido, llevan un tipo de uniforme militar con una gorra.

Las candidatas a la Academia llevan los vestidos de la moda burguesa tienen algo de las «Précieuses ridicules» de Molière. Los Académicos con el traje negro y un sombrero clac.

A través los vestuarios aparezcan unos rasgos muy característicos de la sociedad de esta época.

Los 10 personajes alegóricos, que representan el mundo de las palabras definidas por María, la acompañan, la acercan a su trabajo, llevan vestidos largos con palabras impresas.

Al final, cuando María pierde la memoria, los personajes palabras, poco a poco se alejan de ella y se van uno tras otro. Mientras María se queda sola en el centro, sobre una página de su Diccionario, proyectada en el fondo, un pincel tapa poco a poco las palabras. Como en Hamlet «el resto es silencio. «Pero estas palabras definidas por ella que la abandonan se quedan y viven con nosotros.

Paco Azorín, con su sentido excepcional de la arquitectura del espacio y su talento de creador de imágenes impactantes, coloca las situaciones en diferentes sitios y niveles del dispositivo escénico, cambiando instantemente los ambientes, pasando desde las escenas muy violentes, casi terroríficas, a las conmovedoras, poéticas.

Así por ejemplo las secuencias con los acusadores de Maris o con los Académicos, situados arriba de la escalera, reflejando la jerarquía social, o las escenas del interrogatorio de María por la inspectora de la SEU o de la irrupción de los «Caballeros oscuros » en su casa buscando los documentos comprometedores.

La escena del auto de fe por los fascistas de los libros prohibidos, todos de mujeres, entre otros uno inspirado por Simone de Beauvoir, es particularmente violente, terrorífica, respirando todo el odio del pensamiento libre y el fanatismo ideológico fascista.

Entre las escenas de la intimidad de María se destacan las de su relación con su marido, Fernando, que pierde la vista, impregnadas del cariño, de la ternura, de la inquietud de uno por la salud del otro.

Sin marcar los rasgos psicológicos de los personajes Paco Azorín les otorga, a través los gestos, los movimientos, las expresiones, una autentica profundidad humana.

María José Montiel y José Julián Frontal están impecables en su interpretación. María José Montiel confirma su talento de actriz capaz de expresar con gran agudeza, sin insistir ni subrayar, el trayecto, el envejecimiento y la complejidad de María Moliner. Su voz potente, en las últimas escenas, va consumiéndose poco a poco hasta que su discurso se hace inconexo y sus palabras van disgregándose.

Todos, tanto los cantantes como los actores, sin olvidar el coro y la orquesta bajo la batuta de Víctor José Pérez, devuelven los matices y colores de la música del maestro Antoni Parera Fons, y contribuyen a la calidad excepcional de la representación.

Se podría hacer de María Moliner una figura emblemática del feminismo. Por suerte no es el caso de esta ópera que la presenta como una mujer libre, audaz, solo comprometida con la cultura, el progreso social y la educación.

Irène Sadowska

María Moliner – Opera de Antoni Parera Fons – Libreto de Lucia Vilanova – Dirección de escena y escenografía Paco Azorín – Dirección musical Víctor Pablo Pérez – Vestuario María Araujo – Iluminación Pedro Yagüe – 1er reparto : María José Montiel (María Moliner), José Julian Frontal (Fernando Ramón y Ferrando), Sandra Ferrandez (Inspectora del Seu – Carmen Conde), Sebastia Peris (Goyanes), Juan Pons (Sillon B de la RAE), Celia Alcedo (Emilia Pardo Bazán), María José Suarez (Isidra de Guzman y de la Cerda), Lola Casariego (Gertrudis Gómez de Avellaneda) Gerardo Lopez, David Oller, Toni Marsol (Alamaque), Sara Rosique, Ana Maria Ramos, Daniel Huerte, Mario Villoria (Caballeros oscuros – voces acusadoras) – Con la orquesta y coro del Teatro de la Zarzuela

Del 13 al 21 de abril 2016

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