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Miss Shangay Lily estrena el espectáculo «Mari, ¿me pasas el poppers?»

Partiendo del ensayo homónimo de Miss Shangay Lily, Mari, ¿me pasas el poppers? (la homosexualidad masculina de la A a la Z), publicado con enorme éxito por la editorial Plaza & Janés en 2002, la propia autora ha concebido una irónica y rompedora puesta en escena como extensión de esa crítica al manipulado “mundo gay” que se nos quiere hacer llegar desde los medios de comunicación, el poder, e incluso los propios colectivos y empresas gays. El estreno de la obra tendrá lugar en la sala Ensayo 100 Teatro (Raimundo Lulio, 20) el día 27 de febrero donde permanecerá hasta el 30 de marzo. Año 2015. La derecha sigue en el poder. Los maricas son disidentes sociales. Los gays son la nueva derecha. Un grupo de maricas prepara una función de teatro en el centro psiquiátrico en el que están internados… será, al igual que ellos, una (dis)función. El organizador de tan extraordinaria función es una antigua celebridad televisiva que, tras mucho deambular de freak show en freak show, de tertulia del corazón en finísima tertulia del corazón y de vacua entrevista a famosos a idiotesca entrevista a famosos, ahora está, al igual que cualquier amenaza para la imagen monolítica de gay que el poder quiere, internada en un centro psiquiátrico en el que decide hacer una emisión karmica/simbólica hacia el Universo con un programa de testimonios o talk show con el que tendrá la oportunidad de reflejar por primera vez, (y quizás última), la verdadera realidad de los homosexuales a los que intentó representar en el pasado sin mucho éxito (los empresarios gays/mafia rosa acabaron por desvirtuar su figura, aunque no consiguieron anularla). En su innovador talk show/función teatral, los testimonios se despliegan con una honestidad brutal y por fin dejan ver, por primera vez, la verdad oculta por los medios de comunicación: los homosexuales han sido condenados al sexo por el poder y se les ha prohibido cualquier retazo de ternura o emociones haciéndoles aparecer como seres cuya única característica diferenciadora es su sexualidad y su única meta el sexo: lo externo, lo físico. Se ha negado la diferencia en el ámbito público y se ha condenado la identidad al privado: sólo en el dormitorio se puede ser homosexual, fuera de allí se es hombre. Uno más. El único tipo aceptable de hombre: el macho burgués. A partir de este momento, lo único que hace aceptable al homosexual es el poder, el dinero y la apariencia de “éxito”, “normalidad” y “corrección”.
«En esencia, Mari, ¿me pasas el poppers? (La [dis]Función)» es la primera propuesta de teatro queer en España, de la mano de Miss Shangay Lily, una visionaria que ya ha sido pionera en este terreno junto a ideólogos como Beatriz Preciado (Manifiesto contra-sexual, 2002), Ricardo Llamas (Teoría torcida, 1998), Javier Sáez (Teoría queer y psicoanálisis, 2003) ó Francisco Javier Vidarte (Homografías,1999). Las claves de un teatro queer pasan por deconstruir la identidad homosexual como desviación del poder que la sociedad heterosexista ha construido sobre nosotros y plantear una identidad diferencial marica, bollo o rarita llena de orgullo y multiplicidades rizomáticas. Es el Universo de la diferencia; algo que a todos nos incumbe.
En apariencia, Mari, ¿me pasas el poppers? (La [dis]Función) es un divertido y ácido análisis del modo en que se ha desactivado el movimiento gay convirtiéndolo en un vacuo grupo de ambiciosos empresarios adictos a la integración y la “normalización” (eufemismo de aburguesado), una elite pagada por el poder a la busca de fama y glamour fáciles. Ignorando a todo el verdadero grueso de la comunidad gay: los diferentes.
El miedo a la pluma, los sintecho homosexuales, la nueva Cultura Oso como respuesta a la aburguesada Cultura Gay, la reduplicación de los esquemas heterosexistas, machistas y centristas dominantes que han creado ese mito del hombre gay lleno de dinero, libertad y buen gusto. Cómo se ha condenado al sexo a los hombres homosexuales y la invisibilidad y la misoginia a las mujeres, es un debate bastante complejo, pero Miss Shangay Lily ya lo expuso con plausible claridad, humor e ironía en su libro y vuelve a hacerlo ahora: el miedo a lo femenino, el terror a lo feminista, el pavor a los sentimientos y la eterna búsqueda de la aprobación del hombre heterosexual son algunos de los ingredientes esenciales que se van desgranando en el escenario de este ensayo/comedia/deconstrucción escénica. En esta obra teatral en forma de reality show, se quiere reflexionar sobre el mecanismo de desactivación de la identidad homosexual o de cualquier otra periferia del poder a través de un irónico acercamiento a las voces de trece personajes/testimonios/personas que hablan con minuciosa honestidad.

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