Críticas de espectáculos

ProtAgoniza/Ester Bellver

Mirarse en el espejo


Ester Bellver se inició en el mundo de la escena en los primeros ochenta como bailarina de revista, pasó después por la compañía de Pedro Osinaga y acabó trabajando con Guillermo Heras, Gerardo Vera, Helena Pimienta, José Luis Gómez y el Teatro de la Abadía, entre otros nombres importantes. En el año 2009 se embarcó en un proyecto muy personal, ‘ProtAgoniza’, un pequeño monólogo, un ejercicio de memoria construido con recuerdos de su infancia, de su trayectoria profesional.

Retazos de una vida que la actriz contempla como reflejados en un espejo. En realidad no se trata de un espejo en el que una actriz observa una imagen de sí misma. La imagen especular desborda el escenario y alcanza también a los espectadores que se ven reflejados en muchas de las cosas que Ester Bellver cuenta. Esa es una de las razones por las que ‘ProtAgoniza’ conecta tan fácilmente con el público.

La segunda razón está en el proceso de creación del espectáculo, que le viste de una autenticidad –aunque ella aparezca desnuda- que le da un aire de cercanía, de confidencia íntima con la que los espectadores establecen una confortable complicidad. Los textos fueron escritos a lo largo de meses sin ninguna pretensión escénica. Como una necesidad: en casa, de madrugada, en el teatro, antes de salir a escena… Después aquella escritura desatada se convirtió en espectáculo: la actriz sale al escenario para decirnos que esas son sus heridas.

Y Hay una razón más. Su puesta en escena es un viaje a la esencia. Se despoja el escenario de todo lo que no sea absolutamente necesario y queda únicamente un juego de espacio, tiempo y trabajo interpretativo. No hay más, pero el teatro tampoco lo necesita. Un pequeño espacio acotado por un círculo y tres espejos que lo rompen y permiten las entradas y salidas. Espejos que reflejan a la actriz y a nosotros también. Un caleidoscopio de tiempos (la infancia, la madurez, el colegio, los escenarios) marcados por un movimiento, un gesto, una inflexión vocal o un guiño de luz. Una actriz con recursos, oficio y sabiduría, la necesaria para introducir distancia y no salir a escena a hablarnos de sí misma sino a mostrarnos un personaje que cocinó en el horno de la intimidad. En ese proceso de cocinar su personaje, es cuando Ester Bellver realmente se desnuda, no al salir a escena.

 

Joaquín Melguizo

Publicado en Heraldo de Aragón 6 de mayo de 2013

 

Obra: ProtAgoniza

Produce: Rotura Producciones.

Dramaturgia, dirección e interpretación: Ester Bellver.

Teatro de la Estación

Festival Zaragoza Sin Fronteras.

Teatro de la Estación (Zaragoza)

4 de mayo de 2013

Dos tercios del aforo

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