Críticas de espectáculos

‘Cartas de las golondrinas’/Escena Miriñaque

Para que nadie olvide


Hace cien años partían de nuestras costas barcos cargados de esperanzas, las de millones de españoles que buscaron un futuro mejor en las Américas dejando atrás su tierra y sus gentes. Llegó la guerra y a su fin la represión política se sumó a los platos vacíos como motivo para escapar de un presente negro y un futuro incierto. Buenos Aires, Montevideo y tantos lugares de destino, acogieron a nuestros emigrantes sin preguntarles siquiera el nombre. Y cuando creímos ser ricos y comenzaron a llegar inmigrantes de esas y otras tierras les hicimos atravesar un bosque de papeleos y ventanillas. Ahora la historia se repite. Los inmigrantes se marchan y nos convertimos otra vez en golondrinas que emigran buscando algo mejor en otro sitio. Es la forma que tiene la historia de gritar que tengamos memoria y no la olvidemos.

De todo esto nos habla ‘Cartas de las golondrinas’ de la compañía santanderina Escena Miriñaque. Aquellos emigrantes de la primera mitad del siglo XX mantuvieron una extensa correspondencia con sus lugares de origen, con sus raíces. Cartas en las que hablaban de separación, de nostalgia, de ausencia, de oportunidades, de esperanzas… De esa estela epistolar parte Blanca del Barrio para construir esta deliciosa propuesta. Fiel a su exquisita manera de entender el hecho teatral, nos hace ver sobre la escena más allá del referente textual. No hay una historia como tal. Su dramaturgia se nutre de fragmentos reales de aquellas cartas. Pinceladas, retazos que dibujan un conjunto que nos toca y nos conmueve. Lo visual y el espacio sonoro tienen gran importancia en una puesta en escena que a pesar de su enorme complejidad, está resuelta con limpieza, componiendo un juego escénico, una verdadera coreografía de objetos, espacio, cuerpos, palabras y silencios.

Sobresalientes Noelia Fernández y Esther Aja que interpretan con precisión la compleja partitura escénica. Lo que hacen es muy complicado, pero lo hacen parecer tan fácil que el público se entrega gustoso para dejar que le traspasen.

‘Cartas de las golondrinas’ es un espectáculo delicado, hermoso y de gran profundidad, la misma que dejó la huella de la ausencia en los que marcharon y en los que se quedaron. En los que marchan y en los que se quedan, sea cuál sea el lugar del que se van y el sitio en el que se quedan.

 

Joaquín Melguizo

Publicado en Heraldo de Aragón 9 de diciembre de 2012

En su momento no pude colgar la crítica por motivos técnicos. Dado el reconocimiento logrado por el espectáculo en los Max, me animo a colgarla ahora, aunque hayan pasado algunos meses desde que pude ver el espectáculo.

 

Obra: Cartas de las golondrinas

Autora: Blanca del Barrio.

Compañía: Escena Miriñaque.

Intérpretes: Noelia Fernández y Esther Aja.

Escenografía: Juan Goitia.

Espacio sonoro: Oscar Sisniega.

Iluminación: Pancho V. Saro.

Dirección: Blanca del Barrio.

Teatro de la Estación (Zaragoza)

7 de diciembre de 2012

Un tercio del aforo.

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