Críticas de espectáculos

For Heaven’s sake/Galili Dance

Ante el horror
Obra: For Heaven’s sake
Dramaturgia: Maaike Bleeker
Intérpretes: Yaron Barami, Shimrit Kovalio, Laura Lohi, Jussi Noussiainen, Luc Richard, Stephen Shoropshire, Philippe Stummer, Yvonee Weschke, Sara Wiktorowicz, Hilde Mulder
Vestuario: Natasja Lansen
Iluminación: Jacqueline Zwiggelaar
Música: Jaap Van Keulen
Coreografía: Itzik Galili
Producción: Galili Dance
Euskalduna –Bilbao- 15-12-02 – Dantzaldia 2002
Ritmo, entrega, conciencia, compromiso. Una pieza de danza contemporánea en donde el mensaje es la parte fundamental de su forma, es decir en donde esos diez minutos primeros en los que dos bailarines se golpean acompasados por todo el cuerpo y sirve de iniciación al público ante un espectáculo frenético, en donde la música en directo de percusión, los movimientos y la técnica individual de los bailarines se ponen al servicio de una denuncia del horror de la guerra, de esas fases que se pueden pasar individual o colectivamente en donde la violencia parece formar parte de una manera de ser y estar en el mundo y que se generan actitudes no solamente comprensivas, sino que parecen convivir con ella de una manera acrítica.
El artista expone estas posibilidades y toma postura, hay unos textos que se leen, que se recitan, que nos ayudan en el viaje para entender que sin perder su origen israelí, el autor y su dramaturga proponen una mirada crítica, no parcial, sino global y que se expresa en la segunda parte con esos bailes fantasmagóricos en los que todos los bailarines están ya afectados por el horror, todos llevan prótesis para poder andar, moverse, lo que le proporciona estéticamente una fuerza bien resaltada por una magnífica concepción de la iluminación que ayuda a la dramaturgia general donde los bailarines bailan y hay coreografías complicadas, que se resuelven con imaginación y capacidad estética. Una buena muestra de la danza con temporánea como elemento de transmisión de ideas y mensajes a través del baile y el movimiento, en un gran espectáculo total, energético y en ocasiones catártico, pero siempre sobrecogedor.
Carlos GIL

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