Críticas de espectáculos

Hotot/Cascai Teatre/Marcel Tomàs

Otra vez Marcel Tomàs


Tal vez recuerden ‘Zirocco’, aquel soplo de locura con el que Cascai Teatre llenó el Teatro del Mercado de risas y carcajadas. Pues él ha vuelto. Marcel Tomàs, un tipo que derrocha talento, simpatía, frescura y desparpajo, que domina el gesto, el tempo del gag y se mete al público en el bolsillo desde que hace su aparición sobre el escenario. Tomàs es el payaso clásico, el de nariz roja y grandes zapatones, que ha perdido la una y los otros pero conservando la ingenuidad, la picardía, la espontaneidad, la capacidad de juego y de improvisación, su espíritu travieso e incluso gamberro en ocasiones, su necesidad de comunicar y conectar con el público, esa manera de mirar que, más que vernos, lo que busca es que le miremos, y para quien la risa no es un fin sino un medio.

El espectáculo con el que los gerundenses nos visitan en esta ocasión es ‘Hotot’, una propuesta muy divertida con la que Tomàs vuelve a hacer gala de su vitalidad, de su comicidad, su virtuosismo gestual y su enorme capacidad para conectar con los espectadores y conseguir su complicidad.

‘Hotot’ está dividido en tres partes unidas por el humor, el absurdo y lo imprevisible, pero bien distintas entre sí. En la primera, donde vemos a un golfista que se trae con un conejo, hay cierto protagonismo el juego con objetos y se resuelve con una proyección, que tal vez se alarga demasiado; en la segunda, que gira en torno a una cita amorosa, tiene un peso especial la pantomima y lo gestual, y la tercera es puro juego entre Marcel Tomàs y los espectadores. Hay situaciones absurdas, inverosímiles, disparatadas, pero en cualquier caso cuenta sobre todo el cómo se cuenta, el cómo se ha creado la situación y el cómo se resuelve, por encima de qué se cuenta. La base el humor es el cómo y no el qué. Y ahí, Marcel Tomàs y Cascai Teatre alcanzan un nivel sobresaliente. Sus personajes se alimentan del entusiasmo, del no rendirse nunca al desaliento aunque todo les salga mal. No buscan problemas, pero se los encuentran constantemente. Y Marcel Tomàs se muestra decididamente brillante, absolutamente preciso en el gesto y en la medida de los tiempos, gracioso y encantador en la relación directa con el público.

Una vez más Cascai Teatre ha creado un espléndido espectáculo de humor y Marcel Tomàs el vendaval que arrastra a los espectadores.

 

Joaquín Melguizo

Publicado en Heraldo de Aragón 23 de febrero de 2014

 

Obra: HOTOT

Compañía: Cascai Teatre.

Intérprete: Marcel Tomàs.

Espacio sonoro: Albert Mosoll.

Iluminación: Jordi Salomó.

Videocreación: Antonio Sánchez y Carles Sánchez.

Vestuario: Jean Pierre Belmondo.

Creación y dirección: Marcel Tomàs y Susana Lloret.

Teatro del Mercado. (Zaragoza)

21 de febrero de 2014

Medio aforo

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